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La ONU defendió este martes los beneficios que está produciendo el acuerdo que ha impulsado para facilitar las exportaciones de cereal de Ucrania y de productos alimentarios y fertilizantes de Rusia después de las recientes críticas lanzadas por Moscú.
En los últimos días, el Gobierno ruso ha denunciado repetidamente que la mayor parte de los barcos con grano que están saliendo de puertos ucranianos gracias a esta iniciativa tienen como destino países ricos, y no las zonas del mundo con más riesgo de crisis alimentaria.
Al mismo tiempo, Rusia acusa a Occidente de obstruir sus exportaciones de cereales y fertilizantes y de incumplir así el acuerdo internacional sellado en Estambul, que también contemplaba esa cuestión.
Sobre la primera crítica, el coordinador de la ONU en el centro que gestiona el tráfico de los barcos por el Mar Negro, Amir Abdulla, recordó hoy que el objetivo del acuerdo era reabrir el tránsito de cereal por el mar Negro y que eso se ha conseguido.
Esa importante ruta comercial había quedado paralizada por el bloqueo naval ruso y su reactivación se veía dificultada por el minado que había hecho Ucrania para proteger sus puertos de una invasión.
Gracias al acuerdo impulsado por Naciones Unidas y Turquía y aceptado por Rusia y Ucrania, desde el pasado julio han transitado por el corredor 129 barcos con casi 3 millones de toneladas de productos alimentarios, recordó Abdulla.
Según los datos de Naciones Unidas, un 28 % de los buques han ido a países de ingresos bajos como Egipto, Irán, Sudán, Somalia o Kenia; un 27 % a sitios con ingresos medios, principalmente Turquía y China; y un 44 % a países ricos como España, Países Bajos, Italia o Corea del Sur.
Abdulla recalcó hoy que el destino de esas exportaciones ucranianas está en línea con el que era antes de la guerra, dado que el mecanismo aprobado en ningún momento buscaba variar esas rutas comerciales y recordó que a menudo los productos, una vez procesados, terminan en distintos países.
En ese sentido, la secretaria general de la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), Rebeca Grynspan, recordó que la finalidad del acuerdo era sobre todo "estabilizar" los mercados de grano y fertilizantes y que, con él, se ha visto una reducción de los precios a nivel internacional.
"Los acuerdos eran esenciales para hacer que los alimentos fuesen asequibles para millones de personas en el mundo", señaló Grynspan, que reconoció sin embargo que esa bajada de precios en los mercados internacionales no siempre se ha reflejado a escala nacional por varios factores, sobre todo en países en vías de desarrollo.
Ante la otra gran crítica rusa, centrada en las dificultades que está encontrando para exportar sus productos por las sanciones occidentales, aseguró que la ONU sigue trabajando para facilitar esos movimientos.
Grynspan destacó que tanto Estados Unidos como la Unión Europea han hecho públicas importantes aclaraciones señalando que sus sanciones no afectan a las exportaciones de alimentos y fertilizantes y que las compañías y bancos que participen en esas operaciones no se exponen a ningún riesgo.
Ahora, explicó, se trata de seguir hablando con el sector privado para eliminar cualquier incertidumbre, algo que no se puede hacer "por decreto" y que requiere trabajo continuo.
La secretaria general de la UNCTAD insistió especialmente en la importancia que la ONU da a facilitar la exportación de fertilizantes —productos de los que Rusia es uno de los principales productores mundiales— dado los altos precios que están forzando a reducir su uso en numerosos países, sobre todo en África subsahariana.
"La crisis de asequibilidad (de los alimentos) que tenemos ahora será una catástrofe si no resolvemos el problema del fertilizante", advirtió.