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El número de muertos por las inundaciones que desde mediados de junio golpean Pakistán asciende ya a casi 1,400, mientras se espera la llegada a última hora de este jueves a Islamabad del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en una visita "solidaria" al país asiático.
Los fallecidos ascendieron a 1,391, incluidos 496 niños, después de que 36 personas más fallecieran durante las últimas 24 horas, y el número de heridos se situó en 12 mil 722, según informó este jueves la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA).
La mayoría de las muertes la última jornada ocurrieron en la provincia meridional de Sindh, la más afectadas por las inundaciones, con 577 fallecidos desde junio.
Las otras provincias más afectadas por las incesantes precipitaciones son la nororiental Khyber Pakhtunkhwa, con 293 muertos; y Baluchistán, en el suroeste de Pakistán, con 263, aunque en otras regiones del país también se produjeron víctimas mortales.
Más de 33 millones de personas se han visto afectadas en el país por las repentinas lluvias e inundaciones, de las cuales 663 mil 869 aún siguen viviendo en campamentos de acogida.
GUTERRES VISITA PAKISTÁN
En medio de esta situación dramática con las peores inundaciones en el país en tres décadas, Pakistán espera la llegada de Guterres, que visitará las zonas más afectadas por la catástrofe para expresar su solidaridad con el gobierno y el pueblo paquistaní.
Durante la visita, el secretario general se reunirá con autoridades paquistaníes para intercambiar puntos de vista sobre la respuesta a la catástrofe provocada por el cambio climático, indicó en un comunicado el Ministerio de Exteriores de Pakistán.
Además en las áreas más afectadas por las inundaciones interactuará con las familias desplazadas y los equipos de socorro, y supervisará el trabajo de respuesta humanitaria de la ONU que brinda apoyo y esfuerzos de rescate a los más afectados.
El Gobierno paquistaní ha estimado en 10 mil millones de dólares los daños causados por las inundaciones, y ha pedido, conjuntamente con la ONU, una ayuda de emergencia de 160 millones para socorrer a las víctimas de forma inmediata.