Su principal Kiosko presenta severos daños en su techo, asimismo el adoquín sobre el que descansa se está levantando debido a las raíces de los árboles que lo rodean.
Son las 10 de la mañana y el sol ya penetra debajo de la ropa. Nos adentramos al único pulmón que tiene Gómez Palacio para que los ciudadanos tomen un respiro: el Parque Morelos. Y eso intento: respirar, relajarme, pero no puedo, las condiciones del mismo me distraen; no me enfoco en las hojas que se mecen en los árboles, ni en el canto de los pájaros, ni en color de las flores, en cambio, voy atenta a donde piso. Observo que el adoquín del lugar está levantado en ciertos puntos, el camino es irregular, el motivo es que la raíz de varios árboles viejos, desde el subsuelo, empujan con fuerza.
Una caminata que se antojaba tranquila es amenazada por alcantarillas rotas, bebederos con lama y agua de drenaje acumulada. No es un parque al que dé gusto visitar, pero para los gomezpalatinos es el único. Por eso, tal vez, se observa a pocas personas delineando sus contornos. Y a otros pocos más inspeccionando en sus adentros.
José Guadalupe Maldonado, es un ciudadano que acude todos los días a caminar al parque, dice que vive cerca y es el que tiene al alcance, pero a él, el espacio no lo entusiasma, más bien lo entristece "no le dan atención a este pulmón que es el único que hay en Gómez Palacio". Por eso hace un llamado a las autoridades a que atiendan las demandas de los deportistas e inviertan en este lugar de esparcimiento, donde además, identifica, la vegetación se está muriendo.
Carlos Vázquez es otro usuario del espacio público. Todos los días se ejercita en los aparatos que, puntualiza, desde hace años son los mismos. Informa que recientemente pusieron nuevos pero que a su parecer no sirven para nada. Por eso él se aferra a los que ya estaban. Observa mucho descuido en este parque. "Está bueno este pulmón, pero con tres o cuatro empleados no basta". Para Carlos el espacio no es atractivo, por eso, expresa, es poco visitado. No muestra esperanza, pues, dice, es testigo de que, hasta el momento, ninguna administración ha puesto la suficiente atención en aliviar los males urgentes de este importante espacio público.
HISTORIA
Antes conocida como la Alameda González Cosío, en honor a un personaje de fama nacional, el Parque Morelos tiene registro en la ciudad desde 1890, época en el que era conocido como "el barrio del pueblito", debido a que ahí se juntaban un grupo de indígenas a convivir.
Fue hasta el centenario de la Independencia de México (1910), que el ayuntamiento decidió nombrarlo Parque Morelos, en memoria de José María Morelos y Pavón.
Con más de un centenario de historia, este espacio verde ha representado un lugar de esparcimiento para varias generaciones de gomezpalatinos, pero hoy está desamparado.
Ubicado sobre la Calzada Agustín Castro en la Zona Centro de Gómez Palacio, aparte de su importancia en materia ambiental, el Parque Morelos también es un símbolo de identidad, por eso su descuido actual es un lamento para los ciudadanos. Una imagen contrastante si se recuerda que apenas en octubre del año pasado fue declarado Área Natural Protegida. Específicamente, el Cabildo de Gómez Palacio lo notificó como Zona de Preservación Ecológica Municipal, fue así que se convirtió en la primera área verde en obtener este rango en todo el Estado de Durango.
No han pasado ni 10 meses de ese "logro ambiental" y el parque no refleja en lo más mínimo indicios de protección. En un recorrido realizado por El Siglo de Torreón, se pudo apreciar vegetación seca y muñones de troncos que alguna vez fueron frondosos árboles, así como poco cuidado y sequía en los jardines.
INTENTO DE RESCATE
Es cierto, la pasada administración encabezada por Marina Vitela mostró algo de voluntad al tratar de mejorar las condiciones de este importante espacio público. "Rehabilitarán el Parque Morelos con recursos del Fondo Metropolitano", reza el título del boletín informativo colgado en la página web oficial del ayuntamiento el 13 de julio del 2020. En el texto se explica que con el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador, "se puso en marcha la rehabilitación del Parque Morelos, con una inversión de 9.9 millones de pesos".
De acuerdo a la información proporcionada por el Estado, se lee, la inversión a ejercer correspondía al Fondo Metropolitano 2019 por un monto de 9 millones 969 mil 653.77 pesos y consistía en la construcción de una cancha de futbol rápido, gradas de dos canchas de usos múltiples, dos domos semicirculares para cada cancha, siete velarias para las áreas de usos múltiples, área de juegos infantiles y construcción de sanitarios.
Nada de lo anterior (excepto los baños) fue posible porque la obra se detuvo. La razón: falta de planeación y socialización del proyecto. Y para recordar tal fracaso, "estratégicamente" distribuidos, actualmente se pueden observar algunos bebederos que fueron colocados en la administración de Vitela, una placa así lo señala.
Un comerciante, testigo excepcional de los momentos del parque, declaró para este diario que en un principio informaron que colocarían 10 bebederos, "pero al final siempre fueron ocho". A primera vista se pudieron localizar seis. Todos con un común denominador: no funcionan.
Al final, estos bebederos no son más que un recordatorio para los ciudadanos: una administración más que no pudo, que no atendió al llamado urgente de rescatar el principal pulmón de su ciudad.
LO URGENTE
La cirugía tendría que ser mayor. Para empezar, uno de los problemas más graves se presenta en el subsuelo, porque como ya se mencionó, las raíces de algunos árboles están levantando el pavimento.
El alumbrado es otro de los serios padecimientos. Con focos sobrepuestos y cables cruzados, visibles y mal puestos, el parque de noche se asemeja a la boca de un lobo que pocos se animan a cruzar.
Basura acumulada, estructuras vandalizadas, jardineras dañadas y una alberca abandonada, son otros de los atractivos turísticos de este espacio público que administración tras administración 'grita' con urgencia sus necesidades, pero que, aún, no logra ser escuchado.
En el recorrido nos dieron las 11 y las 12 y la basura de los contenedores se mantuvo intacta. Cabe mencionar que los trabajadores de limpieza activaron sus escobas una vez que identificaron a este medio de comunicación tomando fotografías.
Desamparado, es una palabra acertada para referirnos al estado actual del Parque Morelos, pues no hay protección, ni ayuda. Poco más de dos horas que duró el recorrido y al lugar llegaron contadas personas a realizar alguna actividad recreativa.
Y es que ni para sentarse un rato el parque está habilitado, es complicado encontrar una banca en buen estado, porque si no están adornadas, excesivamente, con desechos de pájaros, están dobladas o definitivamente quebradas. Y, por si fuera poco su Kiosco principal no ofrece suficiente sombra debido a que su techo de madera está sumamente deteriorado.
El destacado biólogo mexicano Juan Luis Cifuentes Lemus alguna vez mencionó que "lo que se conoce, se quiere y lo que se quiere, se cuida", por ello, bien valdría la pena invitar a los gobernantes en turno a que conozcan el estado actual de todos los espacios públicos del municipio, en especial que se adentren a las entrañas de su principal pulmón, que hoy, de forma evidente, se encuentra desamparado.