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El Partido Democrático (PD), la principal formación de la oposición en Italia intentó mostrar su músculo este sábado al convocar una protesta en Roma contra los primeros presupuestos elaborados por el Ejecutivo de la ultraderechista Giorgia Meloni.
La manifestación, a la que acudieron varias decenas de personas, no contó, sin embargo, con el apoyo del tercer partido más votado en los últimos comicios, el populista Movimiento 5 Estrellas (M5S), que tampoco apoya las cuentas pero declinó unirse a la movilización impulsada por Enrico Letta, secretario del PD y exprimer ministro italiano (2013-2014).
Ni siquiera el centrista Azione/Italia Viva, el siguiente partido con más apoyos entre las fuerzas de la oposición, se sumó a la convocatoria, lo que demuestra la falta de consenso entre los contrarios a Meloni en las primeras semanas de legislatura.
De hecho, Carlo Calenda, líder de Azione y exmilitante del PD, criticó duramente la idea al asegurar que "manifestarse sin proponer una alternativa es exactamente la oposición que la derecha desea tener".
La falta de apoyos no impidió que Letta, cuyo mandato al frente del PD expira el próximo año, siguiese adelante y reuniera a sus simpatizantes en la céntrica Piazza Santi Apostoli, lugar emblemático para la izquierda italiana, con el fin de mostrar su rechazo a unos presupuestos que calificó de "improvisados, injustos e inadecuados frente al riesgo de recesión y aumento de la inflación".
Entre las principales críticas de la formación de centroizquierda a las cuentas de Meloni figura la ausencia de medidas en sanidad pública, para la que proponen aumentar el presupuesto hasta el 7 % del PIB italiano; y los límites a la Renta de Ciudadanía, un subsidio para desempleados aprobado en la pasada legislatura.
Meloni lo mantendrá para quienes no puedan acceder al mercado laboral y se encuentren en estado de vulnerabilidad, mientras que durará otros ocho meses para aquellos que puedan ser empleados. Está prevista su eliminación total en 2024.
En materia energética, el PD reclama un precio máximo a la electricidad, de 100 euros por MWh y un tipo de "contrato de luz social" para abaratar la factura eléctrica de las familias.
La manifestación se celebró la misma semana que la Unión Europea ha dado el visto bueno a los presupuestos, ampliamente beneficiados por los fondos de recuperación comunitarios, aunque con varios puntos que la Comisión Europea pide revisar.
El Ejecutivo europeo valoró la apuesta por la transición "verde" y "digital" de unas cuentas que están en "línea con las recomendaciones" de la Comisión.
Sin embargo, pidió a Italia que reduzca aún más los impuestos derivados del empleo -lo que paga el empresario por un contrato- y mejore el control de la evasión fiscal, ya que los nuevos presupuestos elevan el límite de pago en efectivo de 2 mil a 5 mil euros y permite que los comercios rechacen pagos con tarjeta por importes inferiores a 60 euros.
