Perrita estuvo a punto de morir ahorcada en Saltillo

Una perrita estuvo a punto de morir ahorcada, luego de que sus propietarios la dejaran amarrada y abandonada en el techo de una vivienda, por lo que vecinos tuvieron que intervenir para evitar una tragedia.

Los hechos se registraron en el negocio ubicado entre las calles de 1 de mayo y 5 de febrero de la colonia Centenario, donde según manifestó María “N”, vecina del sector, se encontraba en su hogar cuando comenzó a escuchar gritos de una mujer.

Pensando que se trataba de alguna pelea, salió de su hogar, cuando la misma mujer le indicó que un perro se encontraba colgado y a punto de morir, por lo que de inmediato corrió al lugar para descolgar y desamarrar al lomito.

Hasta donde pudo apreciar, una de sus patitas estaba sangrando, lesión que posiblemente se hizo mientras se encontraba pataleando por la desesperación de estar colgada y no poder zafarse de las cadenas que casi le arrebatan la vida, al posiblemente dar una pisada en falso.

El sitio donde se encuentra a quienes los vecinos llaman Toby, es un negocio que ya no opera, por lo que el lugar se encuentra solo, en la azotea vive la perrita, la cual solo tiene un viejo sillón para cubrirse del sol, y la cual se encuentra pésimas condiciones, sin agua y sin comida.

Los hechos fueron reportados al Sistema Estatal de Emergencias 911, arribando al lugar oficiales de la Policía Ambiental, sin embargo al ser una propiedad privada, por ley no pueden ingresar al lugar sin el consentimiento de sus propietarios.

Vecinos del lugar pidieron a los oficiales asegurar o trasladar a la canina a Control Canino Municipal, ya que las omisiones de cuidado son muy evidentes.

Minutos después de los hechos arribó al sitio la propietaria del lugar, misma que fue trasladada a dicha dependencia municipal, donde se le explicará todas las omisiones de cuidado a las que incurrió.

Hasta el momento se ignora si a la propietaria se le aplicó alguna multa, y si la perrita fue entregada voluntariamente a Control Canino, de ser así, requiere de un hogar temporal o definitivo, pues si sus propietarios no la reclaman podría ser sacrificada.