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El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este viernes con una fuerte subida del 2.92 %, situándose en los 85.98 dólares el barril, de nuevo impulsado por la amenaza del presidente ruso, Vladímir Putin, de detener las exportaciones de petróleo y gas del país si los compradores europeos imponen límites de precios.
A las 09:00 hora local de Nueva York (13:00 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en octubre sumaban 2.44 dólares con respecto al cierre de la sesión anterior.
El precio del petróleo de referencia arrancó la jornada con un alza prominente, pero que podría no ser suficiente para concluir con ganancias la semana (de cuatro días por el festivo del Día del Trabajo, celebrado el lunes en Estados Unidos), debido a la profunda caída del precio sufrida el miércoles (de un 5.7 %) y que empujó el crudo a su valor más bajo desde enero.
El viernes pasado, el WTI cerró en 86.87 dólares el barril.
Hoy, en el marco de la reunión de los ministros de Energía de la Unión Europea, el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, dijo que "la volatilidad del mercado de futuros de la energía merece discutir la posibilidad de una intervención de la Comisión" y que este será uno de los temas a debate de cara a las próximas decisiones del Ejecutivo comunitario, que espera hacer el martes una propuesta con medidas de intervención en el mercado de la energía.
Ante la crisis energética europea, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, abogó también hoy en favor de que los gobiernos proporcionen liquidez a las empresas energéticas solventes para evitar quiebras y mantener la estabilidad financiera.
Los inversores no parecen estar hoy tan preocupados por las medidas chinas contra el COVID-19 o la desaceleración que amenaza a la economía y el oro negro amaneció al alza a pesar también de que ayer la Agencia de la Información de la Energía (EIA) de Estados Unidos informara que los inventarios de petróleo estadounidenses aumentaron la semana pasada en 8,8 millones de barriles, mucho más de los esperado.
Asimismo, los inventarios de gasolina crecieron en 333 mil barriles y los de productos derivados, otros 95 mil barriles, lo que apunta a una reducción de la demanda.