(ESPECIAL)
Los cambios políticos, económicos y tecnológicos no son fáciles de predecir, sin embargo, los cambios demográficos son evidentes. Para el año 2032, los habitantes de más de 60 países tendrán una edad media superior a los 35 años, y en 25 de esos países, la mitad de la población tendrá más de 45 años.
El envejecimiento de la población mundial es inevitable y la forma en que afecte a las empresas dependerá de lo que hagan los empresarios actuales. El envejecimiento de la población tiene impacto en la fuerza laboral, las bases de clientes, las expectativas de jubilación y más. Para adaptarse al envejecimiento de nuestra población es necesario que los líderes mundiales reconozcan la realidad que es evidente hoy en día y entender en qué factores se puede influir e invertir de forma proactiva en la configuración del futuro empresarial.
De acuerdo con los últimos informes de la ONU, dos tercios de la población mundial vive en países con tasas de fertilidad inferiores a las de reemplazo y la expectativa de vida sigue aumentando. Muchas poblaciones están envejeciendo rápidamente y pronto comenzarán a disminuir (si es que no lo han hecho ya). Al iniciar este siglo, 32 países tenían una edad media superior a 35 años. Al final de esta década, esa cifra se duplicará con creces.
Una fuerza laboral que envejece. Debido a la caída de las tasas de fertilidad, países como China, Canadá, Italia y muchos más tienen menos nuevos trabajadores cada año. Por ello, las empresas piden a los empleados de más edad que permanezcan más tiempo laborando. Las empresas necesitarán invertir más en formación y desarrollo para ayudar a estos trabajadores mayores a adquirir nuevas habilidades y adoptar medidas adicionales de accesibilidad y seguridad, para ayudar a los trabajadores mayores a levantar cargas pesadas de forma segura en granjas y en fábricas.
A medida que se hace más difícil encontrar nuevos talentos más jóvenes, muchas empresas están recurriendo a la automatización para reemplazar o aumentar ciertas funciones. Muchas empresas han empezado a desarrollar "fuerza laboral digital", herramientas que ofrecen asociados de ventas, representantes de servicio de atención al cliente totalmente virtuales, incluyendo acompañantes para personas mayores. Entre el crecimiento de las capacidades de la Inteligencia Artificial y los cambios en las tendencias demográficas, estas nuevas tecnologías con toda seguridad se convertirán en un componente cada vez más importante de la fuerza laboral moderna.
La base de consumidores también envejeciendo. En la última década, la población mundial de más de 70 años creció en 627 millones, del 5% de la población total pasó al 12%. En una década más, el 16% de los ocho mil millones de personas del mundo tendrán más de 70 años. Lo anterior representa enormes oportunidades para productos y servicios destinados a este grupo demográfico de más edad.
El sector de crecimiento más obvio es asistencia sanitaria, la demanda de medicamentos geriátricos, la atención primaria y especializada y productos relacionados -glucómetros portátiles o electrocardiogramas- seguirá en aumento. Si bien la esperanza de vida ha aumentado, en muchos lugares, la esperanza de vida sana continua a la zaga y encontrar formas de apoyar la salud y el bienestar de este creciente grupo demográfico no es solo una oportunidad de negocio, sino que es también una responsabilidad prioritaria para los responsables políticos y los líderes gubernamentales que siguen manteniendo a este sector prácticamente olvidado.
El envejecimiento de la base de clientes tiene también para otros sectores. Por ejemplo, en el sector inmobiliario, los propietarios de viviendas de edad avanzada pueden intentar reducir su tamaño o los jóvenes adultos pueden buscar casas equipadas con habitación y servicios para sus padres de la tercera edad.Cambios en las normas de jubilación. Las expectativas respecto al tiempo que los trabajadores esperan permanecer en el trabajo no corresponden necesariamente con la esperanza de vida. Por ejemplo, de acuerdo con la edad, Japón es el país más antiguo del mundo, 31% de su población tiene 65 años o más.
Por el contrario, en Francia, solo el 22% de la población tiene 65 años o más. Como tal, cabría esperar que una mayor proporción de la población de Japón se jubilara, pero debido a una combinación de diferencias en las culturas laborales, los contratos sociales entre los gobiernos y sus ciudadanos y una serie de normas y políticas hacen que la edad media de jubilación en Francia sea 10 años más joven que en Japón: 61 años contra 71. Alrededor del 29% de la fuerza laboral de Francia se ha jubilado de manera efectiva, en comparación con solo el 24% de la de Japón. En las próximas décadas será fundamental crear algún tipo de mecanismo para ayudar a los trabajadores de más edad que decidan retrasar la jubilación.
Muchos trabajadores cercanos a la edad de jubilación han empezado a demostrar un interés cada vez mayor por la semijubilación. Respecto a los Baby Boomers que aun trabajan, la gran mayoría dijo que les gustaría buscar algún tipo de semijubilación: el 79% expresó su interés en un horario de trabajo flexible, el 66% en pasar a un puesto de consultor y el 59% en trabajar con horarios reducidos. Pero solo uno de cada cinco dijo que su empleador ofrecía alguna de estas opciones de semijubilación, esto representa una oportunidad sustancial para que los empleadores se diferencien en la competencia por el talento ofreciendo trayectorias profesionales no tradicionales.
Los líderes empresariales y los responsables políticos actuales se enfrentan a innumerables fuentes de incertidumbre, sin embargo, en lo que respecta a la demografía, el futuro está claro. La realidad de nuestra población que envejece a nivel mundial ahora es evidente, porque cuando la tasa de fertilidad de una población cae por debajo del nivel de reemplazo (una media de dos hijos por mujer) el envejecimiento general aumenta. Salvo inmigración masiva de lugares que todavía tienen poblaciones jóvenes y en crecimiento, como Etiopía o Nigeria, lo más probable es que eso signifique un futuro menos poblado para la mayoría de los países de nuestro planeta.
Fuente de referencia. Jennifer D. Sciubba, autora del libro "8 Billion and Counting" -8 mil millones y contando-, Harvard Business Review.