(ARCHIVO)
El primer ministro chino, Li Keqiang, defendió que la política monetaria "prudente" a la que se ciñe el país servirá para "prevenir" una situación de alta inflación como la vivida en Estados Unidos o en la Unión Europea (UE).
Li, citado por el diario hongkonés South China Morning Post, explicó así la negativa de Pekín a embarcarse en políticas de flexibilización monetaria a gran escala pese a que la economía nacional, que ya tendía a la ralentización, haya sufrido un impacto adicional por las duras restricciones y confinamientos impuestos ante los peores rebrotes de COVID-19 en dos años.
"Hemos implementado una política monetaria prudente y no hemos imprimido cantidades excesivas de dinero en los últimos años. Una de las razones más importantes de esto es prevenir la inflación y dejar espacio para contrarrestar los desafíos del futuro", indicó el mandatario.
Pese al importante alza de la inflación global de los últimos meses, el índice de precios al consumidor (IPC) de China se ha mantenido en niveles notablemente inferiores, registrando una subida interanual del 1,5 % entre enero y mayo, por debajo del límite oficial del Gobierno para este año, de "en torno a un 3 %".
Los comentarios de Li llegan después de que la Reserva Federal estadounidense (Fed) efectuase su mayor alza de tipos en 28 años para combatir la inflación, algo a lo que el Banco Popular de China (BPC, central) respondió dejando sus tasas referenciales intactas para, según los analistas, evitar los efectos perniciosos para el valor del yuan que tendría una divergencia de políticas monetarias.
El primer ministro también mostró su confianza en una "buena cosecha" de cereales como el trigo que permita mantener baja la inflación, y pidió aumentar la producción de carbón para evitar una escasez de suministro energético como la que provocó políticas de racionamiento en importantes polos industriales del país en la segunda mitad del año pasado.