INFOGRAFÍA: JOSÉ DIAZ
La presa Francisco Zarco está al 99 por ciento del nivel, pero no se está desbordando, pues está por debajo de su capacidad total de almacenamiento. Esto significa que el vaso no está completamente lleno, sino que es el nivel manejable.
Tanto la presa Lázaro Cárdenas como la Francisco Zarco se miden en dos sentidos, el Nivel de Aguas Máximas Extraordinarias (NAME) y el Nivel de Aguas Máximas Ordinarias (NAMO). El primero es el nivel mayor, donde la presa se mantiene controlando salidas por obra de toma o por vertedor, es un volumen que no se puede retener.
Es a partir del segundo cuando iniciaría el estado de alerta para abrir las compuertas. Jorge Meave, director técnico del Organismo de Cuencas Centrales del Norte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), explicó que todas las presas se diseñan para almacenar aguas en niveles normales aprovechables, lo que se conoce como NAMO, mientras que el NAME sería el "colchón" que permite regular una creciente grande.
En los reportes oficiales, la Conagua maneja una capacidad de almacenamiento de 2,770 y 309 millones de metros cúbicos (Mm3) para las presas Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco, respectivamente, este es el NAMO, valores con los cuales se compara el porcentaje de almacenamiento.
Es decir, la presa Zarco tiene un NAME de 383 Mm3 y un NAMO de 309. A partir de esta última cifra se determina que el vaso se encuentra al 99 por ciento de su capacidad, a 308 Mm3, pero es un porcentaje mucho menor si se toma como referencia el NAME.
De este modo, la Conagua iniciará la derivación de aguas, pero esto no significa que la presa ya estará desbordándose, sino que es el nivel de aguas que es perfectamente almacenable sin verter. "El NAMO es el volumen aprovechable para hacer todos los programas, ya sea de agua potable, para la irrigación", expuso Meave.
El director técnico de Conagua consideró que entre un nivel y otro hay alrededor de un 30 por ciento más, pero a partir del NAMO, la dependencia comienza su estado de alerta ante la posibilidad de abrir las compuertas en forma gradual para evitar riesgos de inundación.
El manejo de la presa permite recibir agua en forma indiscriminada hasta llegar a ese nivel, pero cuando ya se alcanza el NAMO ello no significa que ya no le cabe más, sino que la Conagua inicia con sus medidas de precaución y a considerar el posible desfogue, a fin de evitar riesgos para las comunidades cercanas a las riberas del río Nazas.