A pesar de las recomendaciones, las personas siguen nadando en presas, sin tener en cuenta el riesgo que esto representa.
La tarde de ayer domingo en dos presas del estado de Durango se registraron hechos que pudieron resultar en tragedias a pesar de las recomendaciones de las autoridades de auxilio y el orden.
En la presa Francisco Zarco un varón identificado como Rafael Ávila se metió a nadar cuando disfrutaba de un día de campo con sus familiares pese a haber ingerido alcohol.
Una vez dentro de la presa ya no pudo salir del agua, de inmediato sus familiares lo auxiliaron y lo sacaron inconsciente para trasladarlo en una camioneta de la marca GMC.
Al ir circulando de regreso a Gómez Palacio solicitaron el apoyo y fueron interceptaron por una ambulancia de la Cruz Roja, cuyos paramédicos detectaron el estado de ebriedad del varón y lo estabilizaron para trasladarlo a recibir atención médica. Los galenos lo reportan como estable y fuera de peligro.
En tanto que en la presa Garabitos, de la capital duranguense personal de la Dirección Municipal de Protección Civil, quienes estaban de guardia en la zona, pidieron el apoyo de elementos preventivos de Seguridad Pública, ya que al recomendarle a una familia que salieran del agua, que no era un lugar seguro para nadar, los recomendados se pusieron agresivos y desistieron en hacer caso.
Al momento que llegaron policías municipales los imprudentes tomaron conciencia y siguieron con su día de campo.
En muchas ocasiones, los días de campo terminan en tragedia, como lo ocurrido en la presa Peña del Águila, en donde un menor de 15 años de edad perdió la vida ahogado, en frente de sus familiares.
