(EFE)
El presidente sirio, Bachar al Asad, se reunió este viernes con el primer ministro emiratí, Mohamed bin Rashid al Maktum, durante una visita sorpresa a Emiratos Árabes Unidos (EAU), la primera que realiza a un país árabe desde el estallido del conflicto en Siria en 2011.
Al Maktum recibió a Al Asad y a su delegación acompañante en una de sus residencias en Dubái, demarcación de la que es emir, un encuentro que "se produjo en el marco de las relaciones fraternales entre ambos países", indicó la Presidencia siria en un comunicado.
A la reunión asistieron también diversos altos cargos de Emiratos, país que cortó relaciones con Damasco entre 2012 y 2018 por su actuación en el conflicto armado, y las conversaciones se centraron en la cooperación bilateral en materia económica, y de comercio e inversión, de acuerdo con la nota.
La agencia oficial de noticias emiratí WAM confirmó la visita del presidente sirio al país y agregó que el dirigente se reunió también con el príncipe heredero de Abu Dhabi, Mohamed bin Zayed Al Nahyan, quien gobierna de facto el emirato y es considerado el hombre fuerte de EAU.
Desde que Al Asad saliera reelegido en las urnas el pasado mayo, Emiratos ha dado algunos pasos para estrechar sus lazos con Siria, incluyendo un viaje a la nación por parte del ministro de Exteriores emiratí, Abdalá bin Zayed al Nahyan, quien había estado en su territorio por última vez en mayo de 2011.
En los últimos meses, otros países de la región han llevado a cabo pequeños gestos hacia una normalización de relaciones con Damasco.
El pasado octubre, el rey Abdalá II de Jordania habló con Al Asad coincidiendo con la reapertura de un importante paso fronterizo entre el reino y el sur de Siria, mientras que a mediados de 2021 tuvieron lugar presuntas negociaciones con Arabia Saudí para restablecer su embajada en Damasco.
Desde la invasión rusa de Ucrania, el gobierno de los EUA también se ha ofrecido y multiplicado sus esfuerzos para mediar entre las partes, lo que incluyó incluso viajes a Moscú de su ministro de Exteriores.
Siria es uno de los países más firmemente alineado con Rusia, cuyo papel fue clave para sostener en el poder a Al Asad tras el estallido de la guerra civil en ese país en 2011.