Según informó la Casa Blanca, la llamada estaba prevista para las 11.00 horas en Washington (16:00 GMT), y tenía como objetivo 'conversar sobre las preocupaciones compartidas sobre el hecho de que Rusia continúe aumentando sus fuerzas militares alrededor de Ucrania'. (ARCHIVO)
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, organizó este viernes una llamada con líderes de países miembros de la OTAN para coordinar la estrategia sobre la crisis en Ucrania y promover una respuesta basada en la "diplomacia y la disuasión".
Según informó la Casa Blanca, la llamada estaba prevista para las 11.00 horas en Washington (16:00 GMT), y tenía como objetivo "conversar sobre las preocupaciones compartidas sobre el hecho de que Rusia continúe aumentando sus fuerzas militares alrededor de Ucrania".
Además, se pretende "continuar la coordinación" entre los aliados "tanto en lo relativo a la diplomacia como a la disuasión", de acuerdo con la breve nota.
En la llamada participan el canciller de Alemania, Olaf Scholz; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el primer ministro británico, Boris Johnson; su homólogo canadiense, Justin Trudeau; y el primer ministro italiano, Mario Draghi.
También asisten los presidentes de Polonia, Andrzej Duda, y de Rumanía, Klaus Iohannis; además del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
El asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, dará una rueda de prensa en la Casa Blanca a las 14:00 horas locales (19:00 GMT), en la que es posible que comparta detalles sobre la llamada entre los aliados.
Biden ya se reunió este lunes en persona con el canciller alemán en la Casa Blanca y el miércoles habló por teléfono con Macron, después de que éste se entrevistara en Moscú con el presidente ruso, Vladímir Putin, y en Kiev con el líder ucraniano, Volodímir Zelenski.
La tensión se ha disparado en el último mes por la denuncia de Occidente de que Rusia ha movilizado más de 100,000 soldados en la frontera con Ucrania, algo que ha llevado a los Gobiernos ruso y estadounidense a enzarzarse en una batalla propagandística.
Moscú ha repetido que no quiere una guerra con Kiev y que no amenaza a Ucrania, mientras que Washington alerta de que los rusos podrían atacar el país vecino "en cualquier momento".