Profeco brinda claves para organizar las finanzas de pareja
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) brinda algunas claves para llevar una mejor relación entre la vida de pareja y las finanzas. Para evitar fricciones, es conveniente externar expectativas y analizar todos los escenarios posibles.
Algunos métodos para organizar las finanzas de pareja son el proporcional, si Juan gana 2,000 por mes, que es el 33% del ingreso total del hogar, y Sandra gana 4,000 por mes, el 66% del ingreso total del hogar. La pareja gasta 3,000 al mes en sus facturas, Juan paga el 33%, lo que equivale a 1000; Sandra paga el 66%, que es de 2000. Como ventajas, ninguno de los dos siente la presión de "mantenerse al día" o "presupuestar" las ganancias del otro. Sin embargo, la pareja con mayores ingresos podría comenzar a sentirse resentida o comenzar a sentir que está siendo penalizada por ganar más.
El método de contribución bruta: Daniel gana 3,500 al mes. Ruth gana 5,000 al mes. Las facturas de su hogar ascienden a 4,000 por mes. Cada uno aporta 2,000 y guarda el resto de su dinero en cuentas separadas. La pareja con mayores ingresos no se siente penalizada por su éxito, la persona de menores ingresos no se siente subsidiada. Pero su relación podría volverse tensa si Ruth vive más lujosamente que Daniel. Algunas parejas también critican este método por sentirse demasiado "como un compañero de cuarto''.
La combinación completa: Pedro gana 3,700 al mes; Elena gana 2,600. Ambos sueldos se depositan directamente en una cuenta corriente conjunta que la pareja usa para pagar todas sus cuentas. De igual forma la pareja también tiene tarjetas de crédito o débito conjuntas, que usan para pagar todas sus compras, sin importar si se trata de una compra doméstica o una compra individual. Como una sola unidad, si los ingresos de una persona aumentan o los ingresos de la otra persona disminuyen, se equilibrarán entre sí, el mantenimiento de registros también se vuelve más fácil. Las parejas que usan este método pagan todas las facturas del mismo fondo, solo tienen tarjetas de crédito o débito conjuntas y cooperan en inversiones como un crédito hipotecario. Pero la pareja con ingresos más altos puede resentirse con la de ingresos más bajos por gastar sus ganancias, si una persona tiende a gastar mientras que la otra tiende a ser ahorrador, podría haber un desequilibrio.
La realidad es que no existe un método ideal para distribuir los gastos en pareja. Lo más importante es darse cuenta de que hay opciones y pueden personalizarlas de acuerdo a su situación y necesidades en conjunto. Además, sin importar el método elegido, necesitan un acuerdo sobre qué hacer si los ingresos de uno caen en cero (es decir, si uno de los miembros de la pareja pierde su trabajo).
También es una buena idea incluir una partida de dinero que cada cónyuge puede gastar, sin hacer preguntas o bien, establecer un umbral de gasto y todo lo que supere ese límite debe ser aprobado por la pareja, recuerden que ahora existen metas en común.
Consideren que el método elegido no es para toda la vida, pueden modificarlo o cambiarlo las veces que sean necesarias. Como equipo, deben experimentar con diferentes estrategias para encontrar el equilibrio perfecto entre su dinero individual y su dinero compartido. Calculen los pros y los contras de cada estrategia juntos y decidan qué método les va mejor.
Algunas recomendaciones:
Dediquen un día para hablar de las finanzas cada semana, cada 15 días o al mes, según sus necesidades y dedíquenlo para platicar exclusivamente del tema.
No posterguen las conversaciones relacionadas con el tema económico, por incómodo que resulte. Es mejor mantener la comunicación sobre el tema desde un inicio, además dos cabezas piensan mejor que una.
Hacer un presupuesto siempre es importante para ordenar sus finanzas. Lleven el control de sus ingresos y gastos por escrito, apoyándose en un cuaderno para anotar todo o bien utilicen las herramientas de cómputo como una hoja de Excel.
Si optan por una economía equitativa, deben tomar en cuenta lo que cada uno gana y las necesidades personales de cada parte.
Si los dos trabajan, convenga cómo se dividirán los gastos, quién administrará el dinero, quién pagará las cuentas de los servicios, quién llevará el control de los gastos, etc.
También es recomendable guardar en carpetas o folders los comprobantes de pagos por categoría.
Utilicen un calendario para registrar fechas de pago.
Procuren que sus gastos no sean mayores a sus ingresos.
Consideren la opción de crear un fondo de ahorro, que les permita, entre otras cosas, hacer frente a gastos imprevistos que pudieran desestabilizar sus finanzas.
Destinen una parte de sus ingresos al ahorro. Pueden plantearse objetivos de corto, mediano y largo plazo. Por ejemplo, irse de viaje, adquirir un vehículo, comprar una casa o jubilarse, por mencionar algunos.
Hagan planes realistas ajustados al ingreso de ambos.