(BIENESTAR)
Con el propósito de contribuir al fortalecimiento de la política nacional de desarrollo social mediante la generación de información útil para la toma de decisiones, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) publicó su Evaluación de Procesos del Programa Sembrando Vida.
Por medio de esta evaluación se detectaron las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas del marco normativo, estructura y funcionamiento de ese programa, aportando elementos para determinar estrategias que incrementen la efectividad operativa del mismo.
De acuerdo con la evaluación, algunos procesos tienen fortalezas que contribuyen a la gestión operativa del programa, por ejemplo, la integración de varias Comunidades de Aprendizaje Campesino (CAC) en células llamadas ‘Distrito CAC’, para compartir experiencias, dar soluciones a problemas locales, o decidir postergar el trasplante y dar mantenimiento a la planta que no llega al vivero comunitario con las características adecuadas para aumentar su sobrevivencia.
Sin embargo, también se identificaron procesos con áreas de oportunidad que es necesario fortalecer para contribuir a una mejor implementación del programa.
Por ejemplo, se observó desabasto en la proveeduría local de los insumos y materiales que requieren los viveros y las biofábricas, así como aspectos a mejorar en la planeación del programa, y la necesidad de fortalecer los indicadores para el seguimiento y evaluación del mismo.
El Programa Sembrando Vida tiene como objetivo que las y los Sujetos de Derecho (SD) que se encuentran en municipios con Rezago Social, cuenten con 2.5 hectáreas sembradas con Sistemas de Producción Agroforestales (SAF), que implica la siembra de cultivos anuales y árboles maderables, y Milpa Intercalada entre árboles Frutales (MIAF) y que tengan cubiertas sus necesidades alimenticias básicas.
Para lograrlo, se otorga a los Sujetos de Derecho un apoyo económico de cinco mil pesos mensuales, además de apoyos en especie y acompañamiento social y técnico para la implementación del programa y la producción agroforestal que se realiza en las Comunidades de Aprendizaje Campesino (CAC), conformadas por 25 Sujetos de Derecho beneficiarios del programa, en las que éstos operan los Viveros Comunitarios y las Biofábricas.
En 2021 el programa atendió a 450 mil 99 personas en 21 entidades federativas y plantó más de 743 millones de árboles, lo que significa un avance de 62% de los mil 188 millones de árboles programados. Se han reforestado un millón 89 mil 210 hectáreas y los Sujetos de Derecho trabajan en 18 mil 108 Comunidades de Aprendizaje Campesino, así como en 14 mil 621 Viveros Comunitarios e igual número de Biofábricas.