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Se notificó el caso número quince de viruela símica en el estado de Coahuila aunque en su Informe Técnico Quincenal de Vigilancia Epidemiológica de Mpox, la Secretaría de Salud federal no detalla en qué municipio fue detectado.
Con corte al 26 de diciembre del año en curso, Coahuila tiene una tasa de incidencia por cada 100 mil habitantes de 0.45, ubicándose por debajo de la media nacional que es de 2.79. No se reportan defunciones.
El vecino estado de Durango se mantiene con dos casos de viruela del mono y con una tasa de incidencia de 0.11
A nivel nacional, se han identificado 6 mil 008 casos que cumplen con la definición operacional de caso probable, de los cuales 3 mil 637 se han confirmado con resultado positivo por alguno de los laboratorios que cuentan con competencia técnica avalada por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE). El gobierno federal informó que 2 mil 926 casos que equivalen a un 81% recibieron manejo ambulatorio. Oficialmente, hay 4 defunciones. La Secretaría de Salud definió que existe asociación causal entre la defunción y la infección por Mpox. Son tres hombres y una mujer con edad de entre los 30 y 44 años. El 100% presentó como comorbilidad la infección por VIH, 50% sífilis y un 25% diabetes mellitus.
En cuanto a la distribución por sexo asignado al nacer, el predominio es en hombres en un 97%, y el grupo etario 30 a 34 es el mayormente afectado con una tasa de incidencia de 9.44 por cada 100 mil 000 habitantes, con 960 de los 3 mil 637casos confirmados.
La orientación sexual de los casos confirmados que brindan información (n=3,433) registra que el 48.6% es gay, 30.8% son hombres que tienen sexo con hombres (HSH), seguido de heterosexual 13.4%, bisexual 6.8%, lesbiana 0.06% y otro 0.4%.
Entre los datos clínicos, el exantema se ha presentado en la totalidad de los casos confirmados de Mpox, seguido de fiebre (75.9%) y cefalea (65.9%). Después figuran Linfadenopatías, mialgias, astenia, artralgias, escalofríos, odinofagia, diaforesis y lumbalgia. Dentro de la caracterización clínica, también aparecen las úlceras dolorosas, tos, náusea, conjuntivitis, úlceras sangrantes y vómito.
El diagnóstico de la enfermedad se hace a través de PCR de material de las lesiones cutáneas en laboratorios especializados de salud pública además de análisis de cultivo y pruebas de inmunohistoquímica (tinción con anticuerpos en los tejidos).