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El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, acusó hoy a los "descerebrados" de Kiev y a sus aliados occidentales de querer un nuevo Chernóbil, ya que los cohetes ucranianos caen cada vez más cerca de la central nuclear de Zaporiyia, que se encuentra bajo control ruso.
"Los descerebrados de Kiev y sus valedores occidentales parece que están dispuestos a montar un nuevo Chernóbil", escribió en Telegram Medvédev, quien fue presidente de Rusia entre 2008-2012.
Agregó que "los cohetes y los proyectiles de artillería caen cada vez mas cerca del reactor de la central nuclear de Zaporiyia y de los de isótopos radiactivos".
"Dicen que ha sido Rusia. Salta a la vista que es una mentira 100 % hasta para el atontado público rusófobo. Incluso la ONU no se lo cree", señaló el expresidente ruso.
Aseguran, añadió, que se trata de "una casualidad", que no tenían la intención.
"Qué se puede decir... No hay que olvidar que en la Unión Europa también hay centrales nucleares. Y allí también son posibles las casualidades", concluyó Medvédev.
La ONU presionó a Rusia y Ucrania para que eviten a toda costa un desastre nuclear en la central de Zaporiyia, ocupada por fuerzas rusas y objeto de recientes ataques, de los que Moscú y Kiev se acusaron mutuamente.
"Llamo a que se detengan de inmediato todas las actividades militares en las inmediaciones de la planta y a que no se apunte a sus instalaciones o alrededores", señaló en una declaración el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
Según el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), la situación en la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, es "alarmante".
Al mismo tiempo, el OIEA señaló que los análisis preliminares efectuados por sus expertos indican que no hay "una amenaza inmediata" a la seguridad nuclear tras los recientes ataques, a pesar de que causaron ciertos daños a las instalaciones y han limitado su conexión eléctrica.