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Luego de amenazar con nuevos bombardeos si Ucrania "realizaba ataques terroristas" como la explosión en el puente de Kerch, en la anexada Crimea, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, perpetró un ataque con misiles contra Kiev y Járkiv.
El ataque, el más letal en meses, dejó más de 14 personas fallecidas y casi un centenar de heridos, acciones que, según el derecho internacional, constituyen en crímenes de guerra, acción ampliamente condenada por líderes internacionales.
La continua escalada de acciones bélicas en la guerra de Moscú ha incrementado el temor de que, en Ucrania, bajo constantes ataques a sus instalaciones eléctricas, el suministro de energía se complique este invierno.
Los ataques causaron apagones en gran parte del país, privando a cientos de miles de personas de electricidad hasta el lunes por la noche y generando una escasez tan severa que las autoridades ucranianas anunciaron que detendrán las exportaciones de energía a Europa a partir del martes.
Las interrupciones en el suministro energético también suelen privar a los residentes de agua, dado que se requiere electricidad para hacer funcionar bombas y otros equipos.
A estas acciones se suman los presuntos sabotajes hacia el gasoducto Nord Stream I en el mar del Norte, en la región escandinava, donde dos fugas frenaron el envío de combustible a Europa.
Por su parte, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Federación de Rusia defendió sus recientes anexiones de territorios ucranianos y aseguró que el Gobierno de Ucrania ha perdido toda legitimidad en esas zonas.
Contrastó la posición de los países que intervinieron este lunes, quienes condenaron esas consultas y denunciaron su carácter ilegal, dejando claro que no cambian en nada el estatus de esas zonas, que siguen siendo parte de Ucrania.
En ese sentido se pronunció el embajador de México ante las Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente, quien aseguró que la representación permanente del Gobierno federal votará a favor de un proyecto de resolución que condena a Rusia por anexar ilegalmente cuatro regiones de Ucrania a fines de septiembre.
Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador contradijo las acciones adelantadas por el diplomático, y reiteró que México es neutral en el conflicto bélico.
Recordó que México "quiere una solución pacífica", y adelantó que la crisis mejorará tras las próximas elecciones en Estados Unidos.
