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La cámara baja del Parlamento ruso aprobó el martes una ley que endurece los castigos para soldados que incumplan su deber, en un aparente intento por incrementar la disciplina en las filas en medio de los combates en Ucrania.
Las reformas al código penal incluyen castigos severos a quienes desacaten órdenes, deserten o se entreguen al enemigo. El proyecto ahora debe ser aprobado por la cámara alta y firmado por el presidente Vladimir Putin para convertirse en ley, pasos considerados meras formalidades.
Bajo la nueva ley, abandonar la unidad militar en un período de movilización o ley marcial podría acarrear 10 años de cárcel, comparado con cinco años bajo las leyes vigentes.
Los que se entreguen al enemigo también podrían ser condenados a 10 años de cárcel, y los que saqueen podrían recibir una pena de 15 años.
Otra enmienda contempla 10 años de cárcel para quienes se nieguen a ir al combate o a obedecer las órdenes de un superior.
La aprobación surge en medio de reportes de prensa según los cuales soldados rusos en Ucrania se están negando a combatir y tratando de renunciar al servicio militar.
A diferencia de Ucrania, que declaró movilización general con la meta de alcanzar un millón de soldados activos, Rusia ha usado solo voluntarios.
Algunos políticos nacionalistas en Rusia han pedido una movilización general, pero el Kremlin hasta ahora lo ha descartado.