Rusia-Ucrania, el conflicto que se enfrenta a videos falsos y propaganda en la era digital
Los mensajes, videos y fotos que vuelan por Twitter, Facebook y Telegram superan con creces los bombardeos sobre Ucrania.
Aseguran mostrar aviones de combate rusos que son derribados o a ciudadanos ucranianos que se refugian en sus propias casas.
Algunas son imágenes reales y espeluznantes de esta guerra. Otras llevan años rondando por internet, desde antes de que Rusia lanzara el mayor ataque contra un país europeo desde la Segunda Guerra Mundial.
La invasión de Ucrania se perfila como el primer gran conflicto armado de Europa en la era de las redes sociales, en que la pequeña pantalla del smartphone es la herramienta de comunicación dominante, lo que conlleva el peligro de una difusión instantánea de desinformación peligrosa, incluso mortal.
Los vídeos de TikTok, los titulares de noticias cargados de propaganda y los tuits que circulan por las pantallas de todo el mundo confunden a millones de personas acerca de la realidad de esta batalla sobre el terreno.
En Telegram y Twitter, el ataque de Rusia a Ucrania fue tanto “no provocado” como “necesario”, dependiendo del emisor del mensaje.
“Las oraciones del mundo están con el pueblo de Ucrania esta noche mientras sufren un ataque no provocado e injustificado por parte de las fuerzas militares rusas”, tuiteó el miércoles por la noche el presidente Joe Biden a sus 40 millones de seguidores.
Los medios de comunicación estatales rusos, sin embargo, repetían los comentarios del presidente ruso Vladimir Putin a través de sus plataformas, y RT News comunicó a cientos de miles de seguidores en Telegram que la acción era “necesaria”.
En los últimos días, Putin y los medios de comunicación rusos han intensificado las falsas acusaciones de que los ucranianos están cometiendo un genocidio, y han calificado erróneamente a la mayoría de la población del país como nazis, dijo Bret Schafer, quien dirige el equipo de manipulación de información en la Alianza para la Seguridad de la Democracia, un centro de estudios no partidista en Washington.
La semana pasada, por ejemplo, el director de noticias de RT afirmó en vivo en televisión y sin presentar evidencia, que los ucranianos podrían empezar a arrojar gases contra su propia gente.
“Realmente se ha visto esta escalada de la narrativa de que Rusia necesita protegerse de esta turba nazi de ucranianos genocidas”, dijo Schafer.
A medida que avanzaba el jueves, al resto del mundo le resultaba aún más difícil desentrañar la verdad de una cadena de cientos de tuits engañosos, videos editados de forma engañosa y fotos fuera de contexto que surgieron después de que estallaron los primeros disparos de guerra.
Un clip, extraído de un videojuego, acumuló millones de vistas cuando los usuarios afirmaron falsamente que mostraba ataques reales. Un video captado por The Associated Press en Libia hace más de una década revivió en Facebook y Twitter el jueves, después de que algunos usuarios decían que mostraba un avión de combate ruso cayendo en picada a través de cielos grises hasta el suelo luego de ser derribado por las fuerzas ucranianas. En tanto, algunos usuarios de TikTok creyeron erróneamente que veían un video de soldados saltando en paracaídas en Ucrania después de que una cuenta rusa publicara imágenes de hace años mientras la invasión rusa estaba en marcha, lo que no impidió que el clip acumulara más de 22 millones de vistas antes del final del día.
La gente que ve estos vídeos, fotos y afirmaciones en línea es probable que los vea, los comparta y siga con su día, dijo John Silva, un director senior del News Literacy Project, una organización sin fines de lucro que trabaja para combatir la desinformación a través de la educación.
“Vemos a un paracaidista que habla en ruso y no nos tomamos el tiempo de cuestionarlo”, dijo Silva. “Si vemos información que es nueva para nosotros, tenemos esta compulsión de compartirla con los demás”.
Y aunque algunos usuarios difunden involuntariamente rumores con la esperanza de moldear la percepción de la invasión, otros apuestan por la idea de que pueden embaucar a los usuarios de redes sociales para que compartan las falsedades.
“Sabemos que la desinformación va a salir del gobierno ruso”, dijo Silva. “Luego también están los trols: gente que simplemente pone cosas para ver si puede engañar a la gente”.
La gente consume estas afirmaciones engañosas porque está desesperada por información, dijo Schafer, de la Alianza para la Seguridad de la Democracia.
“Hay un gran aumento de la demanda, una escasa oferta de información creíble y una gran cantidad de información dudosa que llena el vacío”, añadió.
Ese vacío se hizo más grande el jueves, cuando los cortes de internet se extendieron por varias partes de Ucrania, dificultándole a la población ponerse en contacto con sus familiares o seguir las noticias.
Mientras un gran número de personas intentaba acceder a Telegram —una plataforma de redes sociales y mensajería muy popular en Europa del Este_, la aplicación experimentó interrupciones de servicio, según un mensaje de Pavel Durov, uno de los fundadores de Telegram.
El acceso a los principales sitios web rusos, incluidos los del Kremlin y del ejército, era nulo o limitado después de lo que parecía ser un ataque de represalia. Y funcionarios estadounidenses culparon a Rusia de inutilizar los principales sitios web del gobierno de Ucrania.
El jueves se produjeron cortes generalizados en Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, y en el estratégico puerto de Mariúpol, indicó Alp Toker, fundador de NetBlocks, una empresa con sede en Londres que registra los cortes de la red y el acceso a internet en todo el mundo.
Aunque algunos cortes podrían ser por causa de proyectiles o ataques aéreos, otros forman parte de una labor intencional de las fuerzas rusas para interrumpir las comunicaciones y causar pánico, dijo.
“Golpe a golpe, el impacto humano de estar desconectado en un momento como este es una experiencia aterradora”, señaló. “Tiene sentido desde un punto de vista táctico. Sabemos que es una estrategia”.
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