(ADÁN RAMOS)
Durante más de 70 años, en la mente de los habitantes de la Comarca Lagunera existe un lugar en donde es posible comprar cualquier cosa que sea necesaria, y la apuesta se incrementa, pues de no encontrar el objeto en cuestión, el compromiso del negocio a lo largo de la historia ha sido encontrarlo y tenerlo disponible para la siguiente visita.
Enfocado en brindar soluciones, la ausencia de algún producto no impide a quienes atienden el mostrador encontrar una alternativa adecuada para resolver un problema.
Otra de sus peculiaridades, es que nadie puede salir sin comprar. Estás en lo correcto, se trata del famosísimo “Sal si puedes”.
Fundado en 1949 de la mano de Don Elías Zarzar y con el apoyo de su esposa Doña Hilda, con el nombre de Mercantil Zarzar, la tienda se ganó el título que todos conocemos, debido a que es prácticamente imposible salir de ahí sin haber comprado algo, aunque no fuera lo que habías ido a buscar.
En alguna ocasión, un cliente realizó una visita al negocio buscando un calentador. Don Elías personalmente se encargó de darle atención y al percatarse de que no contaba con el artículo, logró darle solución al problema: le vendió cobijas y cobertores.
Fue gracias al propio Don Elías, que un sueño se convirtió en una leyenda, pues con su gran habilidad para vender y su amable trato para todo el público, pronto se ganó un lugar en el corazón de la Comarca.
Como todo lagunero trabajador, Don Elías siempre se caracterizó por ser un hombre íntegro, noble, entregado a su labor y siempre buscando el bienestar tanto de su esposa como de sus hijos.
Siempre tomado de la mano de doña Hilda, el señor Zarzar Gidi llegaba cada día a su negocio, hasta que la salud le impidió continuar con sus labores.
Elías Zarzar fue parte de una de las familias que llegaron a la Comarca Lagunera alrededor de 1920, todo con la esperanza de encontrar una nueva oportunidad de superación y escapar de la Primer Guerra Mundial, que amenazaba Palestina.
Como una de las tiendas más importantes de su ramo en la región, “Sal si puedes” cuenta con una cultura laboral que le permite mantenerse a la vanguardia con el objetivo de satisfacer todas las necesidades de sus clientes.
“Sal si puedes Express” un nuevo proyecto que llega a Las Etnias
Mercantil Zarzar tiene un objetivo claro: continuar el legado de Don Elías, y claro está, seguir ofreciendo soluciones a las personas que han quedado lejos del Centro de Torreón, siempre otorgando un servicio de calidad, amable y cercano a las personas.
La historia continúa con la apertura de una nueva sucursal, que llevará por nombre “Sal si puedes Express” y estará ubicada en la colonia Las Etnias.
Una vida trabajando en “Sal si puedes”
Treinta años han pasado desde que llegó a laborar a Mercantil Zarzar, a la corta edad de 19 años. Tras iniciar sus prácticas profesionales como Contadora Pública, uno de los clientes que le fueron otorgados fue precisamente este negocio, que por azares del destino, le daría la oportunidad de integrarse al equipo, sin imaginar que la historia se escribiría a lo largo de tres décadas y tres generaciones.
Al recordar cómo llegaba corriendo de la escuela, aseguró que siempre le dieron la oportunidad de atender la universidad y a cambio, en cada ocasión trató de dar lo mejor de sí. Como empleada del famoso “Sal si puedes”, se graduó, subió al altar, nacieron sus hijos y la pluma que escribió su historia se mantiene al vuelo.
Uno de los factores que la ha mantenido no solo un largo tiempo trabajando en el mismo sitio, sino además muy feliz, es la cálida relación que logró forjar con la familia Zarzar. En su memoria vive el recuerdo de Don Elías, pues no solo fue su patrón, sino que con el paso del tiempo llegó a sentir por él un verdadero aprecio .
“Él fue el ícono y el éxito de este negocio, fue una persona que le dio un auge tremendo a Mercantil Zarzar simplemente por su gran trato. Yo lo viví, no dejaba ir a los clientes sin haberles vendido algo para resolver un problema, a cada persona la atendía de manera cercana, algo que ya no se encuentra en ningún lado. Además siempre me buscaba para apoyarse en mí, incluso en los temas que no eran de mi área , pero ¿cómo le niegas algo a una persona tan apreciada?, ese siempre fue mi sentimiento, por lo que en cada ocasión estuve ahí para resolver cualquier cosa que el me pidiera”.
Y según las memorias, ver la cara de Don Elías tornarse roja por la emoción y la satisfacción, así como disfrutar de su enorme sonrisa al escucharlo decir “gracias” con todo el corazón cuando resolvía algo, eran una motivación única para la contadora. -Testimonio de Mónica.
