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El gigante tecnológico surcoreano Samsung Electronics anunció este viernes que prevé un beneficio operativo de unos 10.8 billones de wones (unos 7 mil 700 millones de dólares) en el tercer trimestre del año, lo que supondría un 31.7 % interanual menos.
Esta cifra supone su previsión de beneficios más baja para un tercer trimestre desde 2019 y su primera reducción anual en ganancias en el tercer trimestre desde hace tres años, según la previsión de resultados para julio-septiembre, que publicó hoy la compañía.
Con respecto a sus ingresos por ventas, Samsung espera sumar unos 76 billones de wones (unos 54 mil millones de dólares), lo que supone un incremento del 2.7 % más que en julio-septiembre del año pasado, detalló la compañía.
Como es habitual en sus previsiones de resultados, Samsung no mencionó su beneficio neto ni desglosó los datos de sus ramas de negocio en su informe de previsión de resultados, que serán anunciados hacia finales de mes.
Los pedidos del principal producto de la empresa con sede en Suwon (al sur de Seúl), los chips de memoria se habrían ralentizado ya que el poder adquisitivo de los consumidores se ha debilitado, provocando una reducción de la demanda de chips por parte de los fabricantes de productos electrónicos.
A su vez, se espera que la subida de la inflación a nivel global disminuya la demanda de productos como televisores o teléfonos móviles.
La guerra en Ucrania, la política china de "cero covid" o la inflación hacen que las perspectivas para la segunda mitad del año no sean buenas para Samsung, puesto que las ventas de dispositivos electrónicos continuarán cayendo a nivel global, lo que promete arrastrar a su vez a la industria de los semiconductores.