Establecen legisladores de Durango que el castigo corporal sea todo aquel acto cometido en contra de niñas, niños y adolescentes en el que se utilice la fuerza física. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Con el fin de erradicar y prohibir el castigo corporal y cualquier trato denigrante e humillante en menores de edad, especialmente en las escuelas, el Congreso del Estado aprobó una reforma a la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado y a la Ley de Servicios para el Desarrollo Integral Infantil del Estado.
La Comisión de Asuntos Familiares y de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes emitió los dictámenes correspondientes, con los que se busca armonizar la legislación local a los tratados internacionales y nacionales en materia de Derechos Humanos.
NADA DE VIOLENCIA
La diputada local Rosa María Triana, presidenta de Comisión de Asuntos Familiares y de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, señaló que se debe rectificar la manera de tratar a los menores, lo cual ayudará en gran medida para vivir "en un ambiente más digno, de paz y de armonía para todos".
Por ello, los diputados locales aprobaron establecer en ambas legislaciones que el castigo corporal sea todo aquel acto cometido en contra de niñas, niños y adolescentes en el que se utilice la fuerza física, lo que incluye "golpes con la mano u otro objeto, empujones, pellizcos, mordidas, jalones de cabello u orejas, quemaduras, obligar a mantener posturas incómodas o cualquier otro acto que tenga como objeto causar dolor o malestar"; todo esto queda prohibido.
Triana Martínez recordó que, durante años, en diferentes contextos donde se desarrollan los menores se han promovido gestos, imposiciones y demás actos tendientes a fungir como acciones "rectificadoras" de la conducta de los menores cuando no actúan de una manera considerada como socialmente "correcta".
Incluso refirió que dentro de estas malas acciones que puso como ejemplo, fueron aquellas que algunos les tocaron presenciar durante su formación educativa, donde la o el maestro se esmeraba en rectificar una mala conducta de algún alumno a través golpes con la mano u otro objeto, pellizcos, jalones de cabello u orejas; así como obligar a mantener una postura desfavorable para el menor.
Sin embargo, consideró que estas acciones en vez de corregir una conducta "lo único que logran es provocar inseguridad, así como momentos que los desvalorizan y los ridiculizan, lo cual es incorrecto y violento para los menores".
"Estoy a favor de esta adición legislativa a la Ley de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, pues el castigo corporal o físico y el castigo humillante son también una modalidad de violencia que atenta contra los menores que no debe promoverse, ni de permitirse", complementó la diputada priista.