Sergio Esquer viaja en el tren de la imaginación con 'Cuentos sin fronteras'

Una valija aguarda sobre el escenario de Plan B, uno de los espacios que existen en la ciudad para hacer teatro independiente. Es domingo a medio día y grupos de niños comienzan a entrar acompañados de sus padres. La cartelera anuncia la tercera función de Cuentos sin fronteras, un proyecto del actor Sergio Esquer, dirigido especialmente para el público infantil.

Esquer diseñó esta puesta en escena, a partir de la necesidad de abordar temas que comúnmente se evitan durante la infancia. La pérdida de mascotas y seres queridos, son un puerto natural de la vida. Esta obra tiene una duración aproximada de 40 minutos e incluye la lectura de tres cuentos que puedan dar el tipo de lecciones citadas.

“Cuentos sin fronteras nació por la necesidad de narrar historias que tuvieran lecciones que se evitan en las infancias. Por experiencia, en mi infancia viví algunas pérdidas familiares. Y mi familia, con su afán de quererme proteger, o lo que sea, me decía: ‘Ay, se fue. Luego viene, luego regresa’. Pero, tú como niño, ¿cómo gestionas estas emociones? Es complejo, no sabes hacerlo”.

La función está por comenzar. El sonido de una locomotora envuelve al pequeño teatro. Sergio Esquer aparece detrás de las butacas, está vestido de maquinista y sostiene un candil en su mano. Se presenta ante el público, es dirigente del ferrocarril de la imaginación.

El cuentacuentos se dirige a la valija. Intenta abrirla, pero falla en su misión. Está atorada. Entonces pide el apoyo del público, los aplausos le dotan de fuerza y consigue abrir la maleta. En su interior encuentra un gran libro, que a la vez también es el transporte de un cúmulo de historias.

Esquer interacciona constantemente con los niños. Les pregunta que si quieren escuchar un cuento. La respuesta es afirmativa y aderezada con emociones, risas, aplausos. El maquinista abre su libro y de él brota una maceta con flores de papel. La primera historia es sobre una niña llamada Nani y su encuentro con un hada, quien está decidida a llevarse a alguien a su país. Aunque se piensa que Nani será la elegida, la narrativa da una vuelta de tuerca al final y el hada se lleva a su mascota.

“Me puse a investigar, a conocer, a tomar clases que tienen qué ver con cómo funciona la psicología en los más pequeños a la hora de sufrir una pérdida. Lo trabajé también con escritores que me ayudaron a crear estas historias”.

Esquer no muestra drama al momento de abordar la pérdida. Dice que no es necesario, que los niños entienden el tema de manera natural. La segunda historia titulada Godofredito, es autoría del propio Sergio Esquer, un cuento que precisamente habla del duelo infantil. El protagonista suele aventurarse al mar en compañía de su abuelo y, en una de esas navegaciones, debe despedirse de él.

“Quizá nuestros papás, con la intención de protegernos, de que no sintamos dolor, evitan hablar de la muerte, del duelo, de la pérdida. Pero pues, las emociones de los niños, los pensamientos, importan y se dejan ahí, de lado. Con este espectáculo tratamos de crear una herramienta de concientización, no solo con los más pequeños, sino también con los adultos”.

Para el cierre de la obra, el actor recurre a clásico de la literatura: El principito (1943), de Antoine de Saint-Exupéry. Con su acto, aborda ciertas indirectas hacia los adultos y emite el mensaje sobre la importancia que tiene la imaginación en la vida humana, pues no se trata de una característica exclusiva del periodo infantil.

“La creatividad no es algo que solo permanezca en los niños o las niñas. No sé por qué crecemos creyendo que jugar es ser creativos, que utilizar la imaginación es solamente cuando eres niño. ¿Por qué? Es rarísimo. Hasta los empresarios, hasta la gente de negocios, el hecho de utilizar la imaginación y la creatividad les puede ayudar a resolver un problema de la empresa”.

Tras presentarse en Durango y Coahuila, Cuentos sin fronteras continuará su gira por el norte del país las próximas semanas, visitando los estados de Tamaulipas y Nuevo león. El proyecto es apoyado por el Circuito Nacional de Artes Escénicas en Centros y Espacios Independientes, una convocatoria lanzada por la Secretaría de Cultural federal, en coordinación con el Centro Cultural Helénico.