on los últimos días del INE? Es la pregunta que flota en el ambiente político y todavía no se sabe cuál será el destino del órgano garante de las elecciones. Una vez que se concluya la aprobación del Presupuesto de Egresos, cuyo plazo fatal es el 15 de noviembre, esta reforma será el tema prioritario de los legisladores. Y de ahí hasta donde tope.
Pero ¿cómo comenzó este drama de la política mexicana?
El 28 de abril, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que enviaría al Congreso de la Unión una reforma electoral.
Es de todos conocido que tiene un gran resentimiento contra el organismo y sus consejeros, y así lo ha manifestado en múltiples ocasiones.
En esa conferencia, se explicó que la propuesta incluía la reducción del número de diputados y senadores plurinominales; del financiamiento a los partidos políticos, y del costo de las elecciones, así como la implementación del voto electrónico dentro y fuera del país.
La reforma fue creación de Horacio Duarte y Pablo Gómez.
Horacio Duarte, entonces titular de la Agencia Nacional de Aduanas y exrepresentante ante el INE -primero del PRD y luego de Morena-, detallaba en ese mismo espacio que se buscaban cambios a la legislación a través de 18 artículos constitucionales y 7 transitorios.
Y con ellos vendría la creación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas integrado por ciudadanos postulados por los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, los cuales "elegirá el pueblo de México de manera directa en el primer domingo de agosto", y la desaparición de los Organismos Públicos Locales Electorales, así como los tribunales electorales locales. Pablo Gómez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera y quien también cuenta con una vasta experiencia electoral, dijo que "es necesaria una nueva reforma para lograr que ningún gobierno, ninguna empresa y ningún poder económico puedan comprar votos".
A partir de entonces, detonó la bomba- Una bomba que sacudió al INE desde sus cimientos y polarizó -aún más, como si se pudiera- a la sociedad.
En pro de la reforma están Morena y sus aliados. Que buscan llevar a cabo la reforma sin cambiarle una letra a la iniciativa presidencial. En contra, los integrantes de la coalición Va por México, Movimiento Ciudadano y cientos de organizaciones de la sociedad civil.
Tras dos parlamentos abiertos -uno de cada bando- por fin a finales de octubre iniciaron los trabajos para analizar 107 iniciativas de reforma.
En este escenario, la Comisión Nacional de los (des)Derechos Humanos el domingo emitió un pronunciamiento, que luego reiteró, en el que llamó a los legisladores a revisar la legislación electoral vigente, "y construyan una reforma que otorgue certeza sobre la organización de las elecciones, sobre la imparcialidad del órgano encargado de contar los votos y sobre la designación de sus integrantes, de manera insospechable de intereses partidistas o faccionales". El INE le respondió que, la CNDH tiene prohibición constitucional expresa para intervenir en temas electorales. De manera casi paralela, se dio a conocer una encuesta, elaborada por el INE, en la que se confirma que la mayoría estaría de acuerdo en las principales modificaciones de la reforma electoral del presidente López Obrador. El consejero presidente trató de minimizar el resultado al advertir que cuando se hizo la encuesta "solo un 27% conocía el contenido de las iniciativas que se discuten en el Congreso".
Este lunes, unid@s y anexos ofrecerán una conferencia de prensa para detallar la movilización convocada para el domingo 13, denominada "Marcha por la democracia. El INE no se toca".
Morena quiere que, a finales de mes, la reforma esté votada en Diputados. Es la recta final. Para mal.
"Requiem æternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis" (Concédeles el descanso eterno, Señor, y que brille para ellos la luz perpetua). Amén.
Monitor Republicano
Posible ruta de la reforma electoral:
Para discutir la reforma electoral se creó un grupo de trabajo integrado por 21 diputados, 3 por cada fracción parlamentaria, que tiene el encargo de procesar las 107 iniciativas que hay en la materia, incluida la del Ejecutivo federal.
Aunque seguramente ya trabajan en ello, aún no hay fecha de reunión o para que den a conocer el procedimiento de análisis de las iniciativas.
El coordinador morenista, Ignacio Mier, descartó que la reforma se pueda aprobar el 13 de noviembre como se decía en principio, y estimó que tal vez podría ser a finales de noviembre, después de que se apruebe el Presupuesto de Egresos la próxima semana. O que se apruebe antes de que concluya el periodo ordinario, el 15 de diciembre. Así de abiertas están las fechas.
El coordinador del PRI, Rubén Moreira, ha asegurado que su partido, cuyos votos son necesarios para una reforma constitucional, no tiene prisa para su aprobación; que con estas reglas podrían llegar a las contiendas de 2023 y 2024. Y que, en todo caso, buscarían similitudes con la propuesta presidencial en la mesa de trabajo en la que participan junto con Morena, PAN, PT, PVEM, PRD, sin Movimiento Ciudadano, y sin que se afecte la autonomía del INE y el TEPJF, como la reducción de sus integrantes o la forma de elegirlos.
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