El origen de la neutralidad sueca está vinculado a las guerras napoleónicas de principios del siglo XIX, la histórica rivalidad con Rusia y la pérdida de Finlandia. (ESPECIAL)
La neutralidad y la no alineación han sido elementos centrales de la política exterior de Suecia durante los últimos dos siglos, aunque tras el fin de la Guerra Fría se inició un acercamiento progresivo a la OTAN, que hoy ha culminado con el anuncio del Gobierno socialdemócrata sueco de que presentará una solicitud de adhesión a la Alianza.
El origen de la neutralidad sueca está vinculado a las guerras napoleónicas de principios del siglo XIX, la histórica rivalidad con Rusia y la pérdida de Finlandia.
1809: Derrota sueca contra Rusia en la denominada Guerra Finlandesa, que supone que pase a manos rusas y da origen a un golpe de estado contra el rey Gustavo IV Adolfo. Lo sucede Carlos XIII, que rige el país hasta 1818, aunque en condiciones precarias de salud.
1810: Ante la falta de un heredero, se nombra al mariscal Jean-Baptiste Jules Bernadotte, militar del ejército de Napoleón, quien ejerce de regente de facto y más tarde será coronado rey como Carlos XIV Juan.
1812: Bernadotte da un giro a la política exterior sueca de confrontación con Rusia. Acepta la pérdida de Finlandia, que suponía un tercio de su territorio, y se une a la coalición contra Francia.
1812-14: Suecia interviene en la sexta guerra napoleónica, atacando a Dinamarca, a la que arrebatará Noruega. Es el último conflicto bélico en el que participa directamente, a excepción de las denominadas misiones de paz bajo mandato internacional.
1834: Carlos XVI Juan emite una declaración oficial de la neutralidad como línea sueca en política exterior, que es aceptada por las grandes potencias.
Suecia se mantiene neutral en los dos grandes conflictos bélicos del siglo XX, la I Guerra Mundial (1914-1918) y la II Guerra Mundial (1939-1945), aunque en esta última su papel fue especialmente polémico, ya que vendió materias primas a la Alemania nazi y dejó pasar sus tropas por territorio sueco hacia Finlandia.
Tras el último gran conflicto mundial, Suecia trata de impulsar la creación de una alianza militar nórdica, pero fracasa en su empeño y Dinamarca y Noruega optan por entrar en la OTAN.
Durante la Guerra Fría, Suecia mantiene su neutralidad y su no alineamiento, apostando por construir una defensa propia fuerte. Documentos desclasificados posteriormente revelaron no obstante que varios gobiernos firmaron acuerdos secretos con Estados Unidos para proporcionarle garantías de seguridad en caso de un hipotético ataque ruso.
1994: Suecia se une a la denominada Asociación para la Paz, un programa de la OTAN para estrechar relaciones con otros países europeos y de la antigua Unión Soviética.
1995: Suecia entra en la Unión Europea (UE), lo que supone el fin de su política de neutralidad.
1995: Las tropas suecas en Bosnia bajo mandato de la ONU se integran en una fuerza de paz de la OTAN por primera vez.
1997: Se une al Consejo de Cooperación del Atlántico Norte, un foro de diálogo de los países aliados y socios de la zona euroatlántica.
1999: El Partido Liberal se convierte en la primera fuerza política sueca que adopta una postura favorable al ingreso en la OTAN.
1999: Participa en la misión de la OTAN en Kosovo (KFOR).
2003: El Partido Conservador, principal fuerza de derecha, pasa a defender el ingreso en la OTAN.
2011: Participa en la intervención militar en Libia dirigida por la OTAN.
2014: Suecia se suma a la Iniciativa de Interoperabilidad de la OTAN (PII, en inglés), creada para profundizar la cooperación en defensa, a la que sólo son invitados seis países asociados pero no miembros de pleno derecho.
2014: Firma un acuerdo con la OTAN que permite acoger en territorio sueco maniobras conjuntas con países de la Alianza y facilita el apoyo mutuo en caso de guerra o de crisis.
2015-2021: Suecia interviene con un contingente militar en la operación en Afganistán dirigida por la OTAN.
2020: El Parlamento sueco aprueba una "opción OTAN", por la que mantiene abierta la posibilidad de solicitar el ingreso en la Alianza en el futuro.
Noviembre de 2021: El Partido Socialdemócrata sueco, en el poder, aprueba en su congreso general mantener la política de no alineación de Suecia.
Enero de 2022: Suecia aumenta su presencia militar en la isla báltica de Gotland en reacción a la movilización de tropas rusas.
Febrero de 2022: Suecia condena la intervención militar rusa en Ucrania y autoriza mandar armas a Kiev, la primera vez que da permiso a un envío de ese tipo a un país en conflicto desde la invasión soviética de Finlandia en 1939.
Marzo de 2022: La primera ministra sueca, la socialdemócrata Magdalena Andersson, descarta a principios de mes ingresar en la OTAN por considerarlo una "amenaza" para la seguridad conjunta. Pocas semanas después, abre sin embargo la puerta a un hipotético ingreso.
Abril de 2022: El Partido Socialdemócrata Sueco inicia una discusión interna sobre la OTAN. El ultraderechista Demócratas de Suecia, tercera fuerza parlamentaria, se abre a apoyar el ingreso si Finlandia entra en la Alianza, lo que da mayoría en la Cámara a los partidarios del ingreso.
Mayo de 2022: Se adelanta a mediados de mayo la presentación de un informe parlamentario sobre la nueva situación de seguridad. Los socialdemócratas concluyen su debate interno con el histórico anuncio de que apoyarán el ingreso. El Gobierno anuncia el envío formal de una solicitud de adhesión.