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China y Estados Unidos volvieron a mostrar la delicada relación que existe en torno a la isla de Taiwán, luego de que el presidente Joe Biden asegurara que intervendrán militarmente si Pekín decide invadir la nación asiática.
El Gobierno de Pekín reaccionó con dureza a las declaraciones vertidas desde Japón por el mandatario estadounidense, y puntualizaron que "China no tiene ningún margen para el compromiso en esta cuestión, y nadie debería subestimar la determinación del pueblo chino para salvaguardar su soberanía e integridad territorial".
En el mensaje, dado por el portavoz de Exteriores, Wang Wenbin, también se recalcó que Pekín tomará "medidas firmes para salvaguardar su soberanía e intereses de seguridad".
Desde Tokio, Biden refrendó su compromiso en materia de seguridad hacia la isla, y llamó a las demás naciones asiáticas a secundar las acciones ante una posible avanzada militar china.
El régimen de Xi Jinping considera la isla como una parte "inalienable" de su territorio.
En octubre pasado se vivió una situación similar luego de que Biden anunciara su compromiso de seguridad con la isla.
La República Popular China insiste en reunificar la China continental con la isla que se gobierna de manera autónoma desde que los nacionalistas del Kuomintang (KMT) se replegaran allí en 1949 tras perder la guerra civil contra los comunistas que ahora gobiernan.
