(ARCHIVO)
Europa rechaza a inmigrantes y refugiados de Siria y África, a la vez que abre sus puertas a ciudadanos turcos acusados en su país de terrorismo y golpes militares, denunció este viernes el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
"El efecto negativo de las oleadas de odio, que es producto de un punto de vista malvado hacia los musulmanes, continúa en nuestra vecindad. La actitud de Grecia ha llegado al punto de brutalidad", dijo el mandatario en Estambul en la apertura de un congreso judicial dedicado al mundo islámico.
Erdogan acusó a los países europeos de acoger a solicitantes de asilo del proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda, y de la cofradía del predicador exiliado Fethullah Gülen, a la que atribuye el fallido golpe de Estado de 2016.
"Convierten sus puertas en muros para sirios, iraquíes y africanos, pero franquean la entrada a los terroristas del PKK y los gülenistas", insistió.
Erdogan recordó que Turquía ha pedido con insistencia a numerosos países europeos la extradición de importantes figuras de la cofradía de Gülen, huidos tras la asonada, sin obtener respuesta.
Gülen, hasta 2012 un firme aliado del gobierno de Erdogan, cuyos seguidores ocupaban altos cargos en administración, judicatura y policía, vive exiliado en EUA, donde aseguran que los documentos enviados por Ankara para pedir su extradición no son suficientes para un proceso judicial.