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Un hombre armado disparó desde un techo contra un desfile por el Día de la Independencia en un suburbio de Chicago y mató a por lo menos seis personas, además de causar heridas a otras 30, informaron autoridades.
El sospechoso fue detenido tras estar prófugo horas después del tiroteo.
El jefe de policía de Highland Park, Lou Jogmen, dijo por la tarde que las autoridades han identificado a Robert E. Crimo III, de 22 años, como persona de interés, y advirtió que debe ser considerado armado y peligroso. La policía se negó a responder a las preguntas sobre cómo identificaron a Crimo. Las autoridades describieron su coche como un Honda Fit plateado con matrícula de Illinois DM 80653.
El tiroteo en un 4 de Julio se suma a otros acontecimientos que han hecho añicos los rituales de vida de los estadounidenses.
En los últimos meses, escuelas, iglesias, tiendas de comestibles y, ahora, desfiles de la comunidad se han convertido en escenarios de masacres. En esta ocasión, el derramamiento de sangre se produce cuando la nación trata de encontrar un motivo para celebrar su fundación y los lazos que aún la mantienen unida.
La alcaldesa Nancy Rotering dijo que la violencia "nos ha sacudido hasta la médula", y añadió que "en un día en el que nos reunimos para celebrar la comunidad y la libertad, estamos, más bien, de luto por la trágica pérdida de vidas y enfrentando el terror que se nos ha impuesto".
Los disparos se registraron en un punto de la ruta del desfile en el que muchos residentes se habían colocado a primera hora del día para tener una vista privilegiada de la celebración anual.
Las docenas de balas disparadas obligaron a cientos de asistentes al desfile a huir, algunos de ellos ensangrentados.
A su paso dejaron un sendero de objetos abandonados que mostraban la vida cotidiana que se vio interrumpida de forma repentina y violenta: Una bolsa de papas fritas a medio comer; una caja de galletas de chocolate derramada sobre el pasto; una gorra infantil de los Cachorros de Chicago.
"No hay ningún lugar seguro", dijo Barbara Harte, de 73 años, residente de Highland Park, quien por temor a un tiroteo masivo se había mantenido alejada del desfile, pero luego se aventuró a salir de su casa.
Christopher Covelli, portavoz de la Fuerza Especial contra Crímenes Graves del Condado Lake, dijo en una conferencia de prensa que varias de las víctimas murieron en la escena del crimen y que una de ellas fue trasladada a un hospital y murió ahí. La policía no dio detalles sobre las víctimas o los heridos.
La forense del condado Lake Jennifer Banek dijo que las cinco personas que murieron en el desfile eran adultos y que no tenía información sobre la sexta víctima que murió en el hospital.
Roberto Velasco, director de la unidad para América del Norte de la cancillería de México, dijo en Twitter el lunes que un ciudadano mexicano murió en Highland Park y que otros dos resultaron heridos.