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El Gobierno metropolitano de Tokio comenzó este martes a expedir certificados de matrimonio a parejas del mismo sexo que viven y trabajan en la capital, lo que les permite ser tratados como parejas casadas en un país en el que el matrimonio homosexual no está reconocido.
Bajo el nombre de "sistema de juramento de asociación", estas parejas reciben un certificado por parte del Gobierno de Tokio que les permite solicitar alquileres en viviendas oficiales o recibir información en el hospital en el caso de que uno de ellos enferme.
El programa, sin embargo, no es legalmente vinculante, por lo que no incluye derechos de herencia, custodia o con respecto a la residencia y tampoco beneficios fiscales o en relación a la familia política.
"No estamos diciendo que esto no tiene ningún significado, es un sistema muy valioso, pero se requieren otros esfuerzos", explicó hoy Gon Matsunaka, representante del colectivo Ley de Asociación de Tokio, durante una conferencia en el Club de Corresponsales Extranjeros de Japón (FCCJ).
El activista también enfatizó que distritos más pequeños en Tokio deben también construir esfuerzos para "proteger los derechos humanos de toda la comunidad" y criticó que Japón sea el único país del G7 que no reconoce las uniones entre personas del mismo sexo y con una de las peores legislaciones al respecto, lo que achaca una falta de aceptación por parte del público general.
El distrito tokiota de Shibuya (uno de los 23 municipios de Tokio) se convirtió en 2015 en la primera autoridad local en reconocer las uniones de parejas del mismo sexo.
El Gobierno nipón, liderado por el conservador Partido Liberal Democrático (PLD), se resiste a legalizar el matrimonio homosexual amparándose en el artículo 24 de la Constitución, que define el matrimonio "basado únicamente en el consentimiento mutuo de ambos sexos", entendiendo que sólo puede ser entre un varón y una mujer.