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Los retiros parciales por desempleo de las cuentas de Afores se han convertido en una salida inmediata a los problemas económicos de trabajadores, pero también en la oportunidad de ganar dinero fácil para gestores o pseudo asesores que están aprovechando la necesidad de quienes se quedaron sin ingresos ni trabajo formal.
Durante septiembre pasado, estos retiros parciales alcanzaron 2,202.7 millones de pesos a nivel nacional, la mayor cantidad de que se tenga registro en el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) por dicho concepto; según cifras de la Comisión Nacional del SAR, la Consar, este número es 5.7 por ciento mayor al de agosto pasado, cuando se retiraron 2,082.2 millones de pesos y también supera un 6.1 por ciento más a al de septiembre de 2021, cuando se registraron salidas por 1,896.2 millones de pesos.
Particularmente los últimos cinco meses, los retiros parciales por desempleo de las administradoras han mostrado un incremento sostenido, un "boom" que se ve favorecido por intermediarios que ofrecen el trámite a los trabajadores a cambio de un cobro equivalente al 30 por ciento, pese a que éste se puede realizar directamente por el interesado y sin costo alguno.
La diferencia entre recurrir a estos gestores y hacerlo por cuenta propia, radica en que los intermediarios prometen conseguir una determinada cantidad (hasta 28,890 pesos) de la cual entregan 20 mil al trabajador y se quedan con el resto por el "servicio", una práctica que si bien lleva implícito el derecho del trabajador a disponer del dinero ahorrado en su Afore mientras está sin empleo, tiene también una porción de ilegalidad, al momento en que éste es registrado ante el IMSS, y posteriormente dado de baja, con un salario alto que le permite acceder a esa cifra.
Existen dos modalidades para obtener el retiro parcial: el equivalente a 30 días del último salario base, o bien, lo que resulte menor de 90 días del salario base de cotización durante las últimas 250 semanas o las que tuviere y el 11.5 por ciento de los recursos acumulados en la subcuenta de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez.
Cuando en el primer caso la cantidad es mínima por haber tenido un salario bajo, y en el segundo se trata de trabajadores que llevan acumuladas pocas semanas cotizadas, se convierten en candidatos idóneos para los pseudoasesores que ofrecen dichos servicios, por lo regular jóvenes que se quedaron sin empleo y que no tienen una consciencia plena de la importancia del ahorro para el retiro, a quienes se les hace fácil tener 20 mil pesos en las manos aunque les cobren casi nueve mil pesos por el trámite, en lugar de conformarse con lo que les tocaría de atenerse a las dos modalidades establecidas por ley.
Generalmente, los gestores representan o están conectados con despachos contables que cuentan con un número de registro patronal que emplean para el registro de los clientes, a quienes dan de alta con un sueldo diario promedio de mil pesos que posteriormente dan de baja; esto permite que los trabajadores accedan a los casi 30 mil pesos que disponen de su cuenta de Afore, por lo que es una práctica que se ha vuelto muy común en los últimos meses.