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Los gobiernos de la Unión Europea están atascados en su negociación para desbloquear más ayuda de emergencia para Ucrania, que necesita unos 39 mil millones de dólares en todo lo que resta de año para hacer frente a necesidades básicas.
Los ministros de Finanzas del bloque, el Ecofin, desbloquearon este martes el desembolso de 1,000 millones de euros para Kiev, pero el pago es solo una pequeña parte de los 9 mil millones que los jefes de Estado y de Gobierno han prometido recientemente al Gobierno de Volodímir Zelenski.
Los Veintisiete sí que han podido aprobar este primer crédito a Ucrania porque la emisión de deuda con la que se financiará estará avalada con el presupuesto comunitario, pero el resto del paquete necesita garantías por parte de los Estados miembros y es ahí donde las conversaciones se han topado con dificultades.
"Sobre los 8 mil millones pendientes, la cuestión es sobre la provisión de los avales por parte de los Estados miembros. Dado que conlleva un riesgo excepcionalmente alto y son cantidades, no podemos avalarlo con los márgenes del MFF (el presupuesto de la UE)", explicó en una rueda de prensa el vicepresidente económico del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis.
"Por eso le pedimos a los Estados miembros que aporten garantías adicionales y ese es el tema que ahora forma parte de las conversaciones", expresó el político letón, quien también mostró su confianza en que las capitales del bloque y Bruselas puedan avanzar "muy pronto" en este asunto.
En cuanto al primer tramo de mil millones aprobado este martes, la Comisión Europea espera poder efectuarlo antes del receso de verano, una vez que se firme con Kiev el memorando de entendimiento que fijará las condiciones del mismo.
Un requisito previo será que Ucrania respete unos "mecanismos democráticos efectivos, tales como un sistema parlamentario multipartidista y el Estado de Derecho", y que garantice los derechos humanos, lo que se evaluará teniendo en cuenta las circunstancias del país y la aplicación de la ley marcial.
Los fondos se canalizarán en forma de préstamo en condiciones favorables y amplio vencimiento, de hasta 25 años, y además el presupuesto de la UE cubrirá los intereses y costes administrativos del mismo para aliviar la carga sobre la deuda pública ucraniana.
El dinero se destinará a cubrir las necesidades financieras más inmediatas y asegurar las funciones críticas del Estado ucraniano, que ha sufrido un enorme daño en infraestructuras y perdido el acceso a los mercados financieros a raíz de la invasión rusa.
Este pago se sumaría al paquete de mil 200 millones de euros aprobado por la UE en febrero, nada más comenzar la invasión rusa, por lo que su asistencia macrofinanciera desde el inicio de la guerra ascendería a 2 mil 200 millones, a lo que hay que sumar el apoyo humanitario y militar canalizado por los socios comunitarios a Kiev.
Durante su reunión de este martes, los ministros de Finanzas debatieron en general sobre la situación en Ucrania y el impacto económico para el bloque comunitario, que se está materializando sobre todo en niveles récord de inflación, siguiendo con la discusión iniciada el lunes a nivel de la eurozona.
Además, los Veintisiete dieron su visto bueno definitivo para que Croacia adopte el euro a partir del 1 de enero de 2023 y se convierta en el vigésimo miembro del área de la moneda única, solo nueve años después de sumarse a la Unión Europea.
"Es un día grande e histórico para Croacia (...), pero también es un gran día para la UE y la Unión Monetaria y Económica, porque el hecho de que Croacia se convierta en miembro de la eurozona es una clara señal de que la integración europea está en marcha a pesar de todos los retos que afrontamos", declaró el ministro de Finanzas croata, Zdravco Maric.
El país abandonará así la kuna, cuyo tipo de cambio se ha fijado en 7,5345 kunas por euro.