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El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, condenó este sábado el golpe de Estado perpetrado este viernes por soldados en Burkina Faso, el segundo levantamiento militar en ocho meses, y advirtió de que pone en riesgo los esfuerzos para supervisar la transición en este país.
"La Unión Europea hace un llamado al cumplimiento de los compromisos adquiridos, que formaron la base del acuerdo alcanzado con la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) el 3 de julio, con el fin de apoyar a Burkina Faso hacia el retorno al orden constitucional a más tardar el 1 de julio de 2024", dijo Borrell en un comunicado.
El jefe de la diplomacia europea también lamentó el deterioro de la situación humanitaria y de seguridad en el país y aseguró que está "al lado del pueblo de Burkina Faso en estos tiempos difíciles".
Un grupo de soldados dirigidos por el capitán del Ejército burkinés Ibrahim Traoré dio este viernes un golpe de Estado y derrocó al líder de la junta militar que dirigía el país, el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba.
El país sufre frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015, cometidos por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico, cuyas acciones afectan especialmente al norte del país.
En noviembre de 2021, un ataque contra un puesto de la Gendarmería causó 53 muertos -49 gendarmes y 4 civiles-, lo que generó un gran descontento social que se tradujo en fuertes protestas para exigir la dimisión del presidente burkinés, Roch Marc Christian Kaboré.
Unos meses después, el 24 de enero, los militares liderados por Damiba tomaron el poder en un golpe de Estado -el cuarto en África occidental desde agosto de 2020- y depusieron al presidente.