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Las empresas europeas están reforzando la seguridad en torno de los gasoductos y los precios de la energía están aumentando otra vez en momentos que la sospecha de sabotaje de dos ductos que llevan gas desde Rusia pone de relieve la vulnerabilidad de la infraestructura energética. La Unión Europea advierte que podría tomar medidas de represalia.
Algunos funcionarios europeos y expertos en energía han dicho que, si hay sabotaje, la culpa es de Rusia -que se beneficiaría directamente con el aumento de los precios y la incertidumbre económica en Europa-aunque otros advirtieron que no se debe echar culpas antes de que los investigadores determinen qué sucedió.
Rusia ha limitado los envíos de gas natural a Europa en represalia por las sanciones de Occidente tras la invasión de Ucrania. El miércoles, la gran empresa energética rusa Gazprom elevó la presión al tuitear que dejará de tratar con la compañía de gas ucraniana que controla uno de los dos ductos restantes que envían gas ruso a Europa.
Si a esto se suma el aparente sabotaje de los gasoductos Nord Stream, "significa una escalada mayor y la disposición a seguir escalando", advirtió Agata Loskot-Strachota, estudiosa de políticas energéticas en el Centro de Estudios del Este en Varsovia.