(EL SIGLO DE TORREÓN)
El balance del primer trimestre del año es muy positivo para el gremio restaurantero, pese a la inflación y las alzas en productos básicos como el maíz, frijol y aceite. No obstante, no se han alcanzado las ventas que se tenían hace dos años, antes de la contingencia sanitaria por COVID-19.
Guillermo Martínez Ávila, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), señaló que el 2022 inició con una baja considerable en las ventas debido a los contagios de COVID-19, que se fueron incrementando, sin embargo, a finales del primer mes ya había una evidente disminución en este sentido, lo que propició una mayor confianza de los consumidores para salir a los establecimientos.
"Se reflejó en las ventas a partir de febrero, el 14 hubo establecimientos donde repuntaron hasta en un 100 por ciento, entonces, lo que ha sido marzo, hemos tenido ventas muy buenas, aunque también hay sus asegunes, porque nos sigue afectando mucho el alza en los precios de diferentes productos que manejamos", comentó.
Explicó que la inflación no ha parado desde el año pasado y en este sector se ha tenido un impacto del 17 por ciento, de modo que, al sumar la escalada de todos los precios que se han venido dando, como son el maíz, frijol y aceite, sumado a alimentos como el aguacate o el limón, que han sido desproporcionados.
"Nos pega muy fuerte, tenemos dos años de que no podemos alcanzar las ventas del 2019, y además, nos han aumentado los precios de los productos, nos ha aumentado la nómina muy considerablemente, por el 22 por ciento de incremento en el salario mínimo, lo que ha bajado es nuestro margen de utilidad pero seguimos buscando opciones de productos y platillos que no impacten el bolsillo de las familias", expresó.
Martínez Ávila dijo que la utilidad que se manejaba era de 17 a 16 por ciento, mientras que en la actualidad se redujo a la mitad, por lo que es del 10 a 8 por ciento en algunos negocios.
