Agricultura sintrópica

La agricultura sintrópica es un enfoque innovador que cada vez más está ganando atención en el mundo agrícola. Ésta surge de la intersección de la agroforestería y la permacultura, ya que promueve la regeneración de los ecosistemas y la conservación de los recursos naturales.

En su esencia, la agricultura sintrópica se trata de un sistema agrícola que imita los patrones y procesos de los bloques naturales. A diferencia de la agricultura convencional, que a menudo degrada los sueños, agota los recursos y contribuye a la pérdida de biodiversidad. Ésta busca crear un sistema agrícola que sea sostenible a largo plazo y se logra mediante la combinación de árboles, arbustos, plantas perennes y cultivos anuales de en un diseño armonioso.

Uno de los elementos clave de la agricultura sintrópica es la estratificación de cultivos. En un sistema sintrópico, los árboles frutales y forestales se plantan en capas, con cultivos anuales y perennes intercalados en las capas inferiores. Esta estratificación permite aprovechar al máximo la luz solar, el agua y los nutrientes del suelo, creando un sistema altamente productivo. Además, los árboles proporcionan sombra y refugio para los cultivos más sensibles al calor y atraen polinizadores y otros organismos beneficiosos.

Este tipo de agricultura también se enfoca en el uso de abono orgánico, la siembra de cultivos diversos y la minimización de la labranza del suelo. Estas prácticas reducen la erosión del suelo, mejoran la estructura del suelo y aumentan la biodiversidad en la finca. Además, al incorporar árboles y arbustos, se almacena carbono en el sueño, lo que contribuye a combatir el cambio climático.

Otro enfoque importante de la agricultura sintrópica es su enfoque en la resiliencia al diversificar los cultivos y fomentar la autosuficiencia en lugar de depender en gran medida de insumos externos. Los agricultores sintrópicos están mejor preparados para enfrentar desafíos como plagas, sequías y enfermedades.

Ventajas y desventajas

Si se combinan cultivos que se benefician mutuamente en proximidad, cabe esperar un incremento en el rendimiento por hectárea. Asimismo, las plantas se vuelven más resistentes, no solo debido a un entorno mejorado que incluye condiciones naturales de luz, suelo y agua, sino también porque se vuelven menos vulnerables a las plagas especializadas.

La acumulación constante de humus garantiza la fertilidad a largo plazo y contribuye a la estabilidad climática al almacenar grandes cantidades de CO2 en el suelo. En el largo plazo, la agricultura sintrópica resulta más rentable que la agricultura convencional o ecológica, ya que no depende de insumos, reduce la necesidad de riego y funciona en gran medida de manera autosuficiente. Además, no requiere una gran flota de maquinaria agrícola.

Este enfoque requiere un proceso de aprendizaje intensivo, ya que muchas problemáticas se resuelven de manera distinta a lo convencional. Por ejemplo, las plagas se consideran indicadores de condiciones desfavorables en el cultivo y se abordan directamente desde la raíz, optimizando la comunidad vegetal, mejorando el sueño y ajustando las prácticas agrícolas. La rápida solución con productos fitosanitarios no es la forma.

Inicialmente, la implementación de áreas agroforestales conlleva cambios tanto en las prácticas de trabajo como en la cosecha. La mayoría de la maquinaria agrícola existente en la explotación no se adapta bien a la agricultura sintrópica, lo que plantea ciertas interrogantes.