Cuando la gente común se cansa de vivir en esta sociedad represiva, que tiene como sello un estilo burlesco y de ironía en su tensión narrativa, cuando encima le caen las miserias y calamidades de su selección, entonces suspende su romance tórrido con el futbol y aparte de ir deambulando como zombis, pasan al patio de las opiniones cruzadas y hasta enfrentadas.
Leer y leer, ya no como afán de saber, sino como camino de escape al mundo monótono, nos hace viajar al pegajoso encanto de la nostalgia y en otra fase, a encontrar el destello del tiempo actual y encontramos que muchos prefieren a Hassan Emilio Kabande (24) sobre el subcampeonato de F1 del gran Checo Pérez con 273 puntos. Y eso que ambos son de Guadalajara pero Hassan, a quien conocen como "Peso Pluma" ganó 8 Premios Billboard, cuatro de ellos solamente por "Ella baila sola" y sus fans, que son millares, no quieren que se case con la rapera argentina Nicky Nicole (23) y Claudia Sheinbaum se casó con José María Tarriba y nadie dijo nada.
Lo que uno ubica es la sensibilidad de los artistas de hoy, que no gustan de la crítica y tienen un manual de excusas para todo. Después de la derrota de Honduras, el mundo de Jimmy Lozano agotó su tiempo de loas y todo pasó al terreno de las dudas y mientras los medios hondureños hablan de la bicicleta de Bryan Rochez, que marcó el segundo gol, en México pasan videos de los autos de los seleccionados, propios de un marqués y detrás de todo ello vienen las comparaciones ente miserias y riquezas de unos y otros, con diferente actitud en el partido.
Con la transformación tecnológica, los jóvenes inteligentes, que la usan debidamente y que explotan con ello sus talentos, sumándose a una generación agresivamente competitiva, a diferencia de millares que dejan que ella, la tecnología, se apodere de sus vidas y se crea una adicción que les impide desarrollarse. Algo similar pasa con el futbol mexicano, que no toma el mando de sí mismo, que ha permitido que el negocio domine, de ahí que los sponsors imponen jugadores y la FMF busca privilegiar lo económico, dejando de lado el avance deportivo.
Por ello cuando uno escucha voces de socios que desean a nuestra gente entre las famosas copas sudamericanas donde el nivel de competencia es notable, los que tienen mayor sentido habrán de pensar que todo es cuento, que no existe la capacidad competitiva, si primero no podemos imponernos a los requerimientos de un liderazgo en nuestro sector geográfico, donde hemos sido afortunados y donde en ocasiones ya no podemos dominar en esa CONCACAF.
Cuando el hombre lee, puede interconectarse con muchos mundos, viajar y concebir sueños, porque se trabaja en el universo interminable, pero el sueño más grande para quien viaja, es el de girar dentro de sus legítimas ilusiones y conversar con sus propios fantasmas, con la virtud de quitarle la oscuridad a la noche y pintar de negro el día. Es decir, cambiarlo todo, como el equipo de Jaime Lozano, obligado hoy a reformar su propia y real historia.
Alejandro Tovar