Se dice que el hombre común no debe afinar el radar en su pasado, sino en el mundo que le toca vivir y que la esencia de la vida es la no indiferencia; es implicación y compromiso. Puede eso citarse por los fans de Tigres y América, pues ahora todo se condiciona a las creencias de cada cual porque la realidad es para gente con falta de imaginación, por ello las ilusiones se van desatando.
La imaginación es definida como: “facilidad de concebir ideas, proyectos o creaciones, historias o imágenes que no existen en la realidad” mientras que la ficción es “cosa o hecho o suceso fingido o inventado, que es producto de la imaginación”. Si todo eso se combina en el disparatado y delirante mundo del futbol, tendremos una semana para repetir todos los rituales de la felicidad.
América rotó a sus hombres y encontró derrota con un Atlético San Luis digno, que venía de ser masacrado en casa y mostró que estaba vencido pero no muerto del todo. Tigres se enfrascó en u duelo de forcejeo, patadas, reproches y precauciones, con unos Pumas expertos en golpear y repetitivos en su ataque, confiando en César Huerta, sobrevalorado por los medios, que agotó su ritual de gambeta ante Javier Aquino y que no pudo sacudirse de la pena por su penal fallado.
Bruno Betelheim (1903-1990) psicoanalista austriaco, que terminó sus días suicidándose por verse inútil tras un ataque de apoplejía, dijo que toda narración fantástica es un espejo .mágico que refleja aspectos de nuestro mundo interno. Pero la gente prefiere vivir en ello, con su imaginación abierta y cuando va tirando penales por las calles, va despertando todas sus ficciones.
Esta sugestiva vida de ambivalencia y sentimientos es a estas alturas como una tradición de la que no podemos escapar, porque somos seres que nos acomodamos en la vida que nos gustaría vivir, en la que desaparecen las inclemencias de la realidad y se cambian por imágenes soñadas, donde solo existen sus colores, sus jugadores, sus ideales, sus esperanzas y deseo de felicidad.
El futbol no obedece a condiciones sentimentales. Si la vida está hecha de voluntades, este juego se desliza entre circunstancias, porque es ahora cuando la cancha es terreno fértil para los héroes por surgir y todos los aspirantes velan sus armas, repasan los movimientos para sumergirse en el mar del protagonismo, como una puesta en escena, con millones de ojos y corazones atentos
En el papel, América parece favorito, por la potencia de su ataque, con el liderazgo de Martin, con la sutileza y talento del chileno Valdés, con la zurda de Zendejas,, la fuerza de Richard Sánchez, la velocidad y destreza de Quiñones. Tigres juega en torno de Gignac que no sabemos si está al 100% pero Nicolás tiene astucia y gol. Pero Sebastián Córdova parece ser el hombre clave, el que tiene el poder no disimulado par irrumpir de pronto con la imaginación de un fantasma.
Los fans locales, saben bien que Santos Laguna escogerá de nuevo el camino tan conocido para vender sus mejores jugadores. Esta misma semana se enterarán por otros medios, nunca del club ni de la prensa casera que Brunetta se va a cambio de una millonada, igual como antes se fueron Cabecita, Gorriarán, Marchesín, Izquierdoz, Vuoso, Benítez, Valdés, Furch, Djaniny. Lo mismo que los mexicanos Angulo, Oribe, Ronaldo, Jorge Sánchez, Uriel, Arteaga, Araujo. Porque como dijo Mr. Irarragorri, “no tenemos los mismos ingresos que Rayados y Tigres” para intuir las razones.
¿Todo seguirá igual en nuestro medio, seguiremos desfilando en el pelotón de los mediocres?