La ambición es canija y más cuando se trata de política en México.
Contra todos los pronósticos, sus declaraciones y convicciones, el gobernador Samuel García Sepúlveda de Nuevo León se saldrá con la suya.
A partir del 2 de diciembre dejará su cargo para emprender una aventura que seguramente terminará en un desastre para su persona, su familia y la comunidad de Nuevo León.
García repite la historia de su antecesor Jaime "El Bronco" Rodríguez, quien en el 2017 se sintió con la suficiente popularidad como para ganar la presidencia de México cuando en realidad su gobierno en Nuevo León navegaba entre aguas turbias y pestilentes.
Sus aspiraciones políticas no llegaron lejos y después de los comicios del 2018 tuvo que regresar con la cola entre las patas para retomar el mando de su estado.
Nuevo León sufrió demasiado, los cambios de caballo a la mitad del río nunca son buenos, como tampoco lo será ahora que Samuel García se prepara para repetir la historia apenas a dos años de asumir el poder.
Lo más lamentable y paradójico fue que el joven gobernador, militante de Movimiento Ciudadano, fue uno de los más críticos de la acción del "Bronco" tomada hace seis años.
El emecista consiguió que el Congreso de Nuevo León autorizara una licencia de seis meses para emprender su alocada carrera por la candidatura presidencial de su partido y luego intentar el 2 de junio del 2024 ganar la elección grande.
Sin embargo, Samuel se topó con pared en el intento de imponer al gobernador interino en la persona de su secretario de Gobierno, Javier Navarro. Evidentemente su intención era mantener el control del poder tras bambalinas.
Pero ardió Troya cuando la legislatura neolonesa nombró gobernador interino a Arturo Salinas, actual presidente del Poder Judicial del Estado, porque según Samuel se trata de una maniobra del PRI-PAN para retomar las riendas de Nuevo León.
García advirtió que no le dará su gobierno a la oposición y no tuvo empacho en llamar "manzana podrida" a Salinas, quien ya dejó su cargo del poder judicial. Veremos si este zipizape provoca que el gobernador se retracte de sus planes.
Quedan muchas dudas detrás del proyecto presidencial de Samuel García porque en repetidas ocasiones aseguró que sería un gobernante de seis años.
Su compadre Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey, opinó que no es el momento para las aspiraciones presidenciales de su amigo Samuel, aunque aclaró que lo apoyará en su decisión.
Colosio dijo que García va a la mitad de su mandato, que está haciendo las cosas y que "hay muchas cosas que quisiéramos ver que se consoliden".
La aventura del gobernante norteño de 35 años no suena lógica cuando las probabilidades de ganar son remotas, tanto Morena como la alianza opositora están mejor posicionados para el 2024.
Samuel ganó de manera sorpresiva la gubernatura en el 2021, su popularidad creció de forma impresionante en las semanas previas a los comicios y quizás por ello piensa que ocurrirá lo mismo con la gubernatura, sin embargo las circunstancias son ahora distintas.
El único gobernador que ha dejado el cargo para ir tras la Presidencia y ganarla en las últimas décadas fue Vicente Fox, quien fijó su estrategia en un ataque duro y constante en contra del PRI-gobierno.
Pero Samuel García está demasiado cerca de Morena y del presidente López Obrador de ahí que no faltan versiones que colocan al neoleonés como instrumento del poder para dividir el voto de la oposición.
No creemos que la ambición de Samuel haya llegado al extremo de venderse al poder presidencial por dinero o canonjías políticas.
Más bien nos inclinamos a pensar que a García lo mareó el poder y se creyó el cuento de que es muy popular y que puede ganar la elección presidencial.
Se le olvida que su presencia es a nivel regional y que no será fácil trascender en los seis meses de campaña, su esposa Mariana Rodríguez es una influencer muy conocida en medios locales.
Resulta muy lamentable que jóvenes prometedores y con talento sean arrastrados por calenturas políticas que seguramente no llegarán a puerto seguro.
Pobre Samuel, pobre Nuevo León, pobre México.
FRACASA CUMBRE
La cacareada cumbre sobre migración resultó un fiasco, la asistencia de jefes de estado fue escasa y AMLO permitió que los dictadores de Cuba y Venezuela acusaran una vez más a Estados Unidos del problema. Luego de 60 años de comunismo, el gobierno cubano culpa del desastre interno de la isla al bloqueo económico norteamericano. ¡Hágame usted el favor!
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