A pocas semanas de que entre en vigor la actualización de la norma sobre agua potable, las fuentes de abastecimiento de la ciudad siguen registrando concentraciones de arsénico superiores al máximo permisible que aún se encuentra vigente, que es de 0.025 miligramos por litro.
De acuerdo con el último monitoreo de concentraciones de metales pesados, efectuado por el Laboratorio de Agua del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas) de Torreón, entre agosto y noviembre de 2022 en unas 113 fuentes de abastecimiento (entre pozos, tanques y megatanques), el 50 por ciento de éstas rebasaron el límite vigente.
Dicho porcentaje se elevaría hasta el 85 por ciento con la actualización de la NOM-127-SSA1 que establece un máximo de 0.010 miligramos por litro de agua.
De unos 84 pozos que fueron monitoreados, 38 presentaron concentraciones superiores a los 0.025 miligramos; se revisaron también ocho megatanques de los cuales cinco alcanzaron o superaron ese límite, al igual que ocho de 21 tanques.
La actualización de la NOM-127-SSA1 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el dos de mayo de 2022 y su entrada en vigor se estableció a los 360 días naturales para los municipios con población de 500 mil habitantes o más; en el caso de los que tienen una población mayor de 50 mil y menor a los 500 mil se aplicará a los tres años, tal es el caso de Gómez Palacio y Lerdo.
Ambos municipios de La Laguna de Durango también registraron altas concentraciones de arsénico según la normativa vigente, pues al cierre del año pasado, ocho de los 33 pozos de Gómez Palacio rebasaron los 0.025 miligramos por litro, al igual que otros 14 de Lerdo.
ASUNTO DE SALUD PÚBLICA
El Centro de Investigación en Agua y Derechos Humanos insiste en que al ser La Laguna una región con presencia natural de arsénico, se establezca la clasificación de hidroarsenicismo crónico regional endémico y se atienda como un asunto de salud pública.
El segundo paso sería generar políticas públicas que atiendan de manera puntual este grave problema, que históricamente ha derivado en enfermedades crónico degenerativas, afecciones renales y cáncer sobre todo en la población mayormente expuesta que es la de comunidades rurales.
"Los casos más fuertes se registran en localidades de Francisco I. Madero", dijo el representante de la organización, Miguel Ángel Hernández, al referir que el Estado mexicano incumple con los tres elementos que inciden en el derecho humano al agua: cantidad, frecuencia y calidad, esta última ligada íntimamente a la salud y vida de la población.
Consideró fundamental que se garantice a plenitud el derecho de acceso al agua, pues no basta seguir perforando nuevos pozos si éstos se localizan a una profundidad de hasta 500 metros y seguramente con alto contenido de arsénico.
"No podemos evitar su presencia (del arsénico), lo que sí tiene que hacer el gobierno es generar mecanismos para que se entregue agua sin este metaloide a la población", señaló.
De unos 84 pozos que fueron monitoreados, 38 presentaron concentraciones superiores a los 0.025 miligramos. (ARCHIVO)