(FOTO: ESPECIAL)
Poco pudo hacer el matador de toros lagunero Arturo Gilio Quintero el pasado sábado ante un descastado lote de toros de la ganadería Villa Carmela, en la segunda corrida de la Feria de León, Guanajuato, donde ningún alternante logró tocar pelo.
El francés Sebastián Castella, el hidrocálido Héctor Gutiérrez y el propio Gilio, hicieron esfuerzos descomunales para tratar de complacer a los aficionados que hicieron una buena entrada en la Plaza de la Luz, pero bien lo dice el dicho, “sin toros, no hay fiesta” y en esta ocasión, no los hubo, ni siquiera con otros dos toros de regalo, adicionales a los seis que envió Villa Carmela, los cuales acusaron falta de bravura, por lo que fue imposible el lucimiento de los matadores, que además, fallaron con el acero.
Arturo brindó el tercero de la tarde, “Trascendente”, al ganadero Alejandro Arena, ante la silbatina de los presentes, en protesta por los toros; Gilio hilvanó algunas tandas interesantes por derecha, para culminar con salida a tercio, en la que escuchó ovación. Ya frente al sexto toro de la tarde, el joven matador lagunero mostró voluntad y tuvo algunos buenos momentos, pero dio un pinchazo y posteriormente mató con estocada caída, para escuchar palmas.
Castella y Gutiérrez hicieron sus propios esfuerzos y se quedaron cortos, ambos regalaron un toro, pero tampoco lograron cortar orejas. La próxima cita para Arturo será el 3 de febrero en La Chona.