(LAURENT GILLIERON / EFE)
Para el World Economic Forum (WEF o Foro Económico Mundial) los líderes del sector público y privado deben reconocer que las sociedades enfrentan continuas perturbaciones y crisis que les impactan en todos los ámbitos, ante lo cual deben prepararse para construir gobiernos, empresas y sociedades más fuertes y resilientes.
De acuerdo con el presidente del World Economic Forum, Borge Brende y el socio gerente global de McKinsey, Bob Sternfels, dijeron que, en el 2022, el mundo tuvo que enfrentar crisis y perturbaciones como incertidumbre energética, conflictos globales, escasez de alimentos, inflación acelerada, así como conflictos geopolíticos.
Comentó que debe reconocerse que las crisis y los problemas se presentan unos seguidos de otros y que no se podrán enfrentar de manera aislada ni resolverse en el corto plazo, sino que se requiere una estrategia de largo plazo.
En el marco de la reunión anual del WEF o Foro Económico Mundial, que se lleva a cabo del 16 al 20 de enero en Davos, Suiza, Brende y Sternfels publicaron un artículo denominado "Aprovechar el impulso de la resiliencia: nuestra oportunidad existencial", en el que expusieron que si se impulsa una agenda de resiliencia se podrá empujar un crecimiento del Producto Interno Bruto en 20% a nivel mundial.
"La economía del futuro, que está actualmente emergiendo, necesita nuevas habilidades, particularmente en los campos de nuevas tecnologías, data y transición energética, las inversiones en educación tienen que direccionarse más deliberadamente a revertir las crecientes carencias de habilidades y corregir las desigualdades sociales", expuso.
"Debe fortalecerse la resiliencia de las sociedades"
Para el presidente del WEF y el socio gerente global de McKinsey debe fortalecerse la resiliencia de las sociedades e instituciones más allá de una capacidad de sobrevivencia, para permitir un crecimiento a largo plazo sustentable e inclusivo.
Por su parte, el director general el WEF, Mirek Dusek, dijo que "en un mundo asediado por retos complejos e interconectados, existe una preocupante tendencia a la división. En los últimos años se observa una disminución de la colaboración a escala global y la doble crisis de la pandemia de COVID-19 y la guerra de Ucrania ha acelerado esa tendencia".
Consideró que es "necesario mayor cooperación mundial para hacer frente a la actual marea de crisis" que se le presentan al mundo.
Por ejemplo, hay crisis energéticas que plantean problemas a las sociedades y economías, además de que el alza de precios de los energéticos pone en peligro la seguridad alimentaria.
"El número de personas que padecen de una grave inseguridad alimentaria se ha más que duplicado desde 2019". A lo que se le suma la inflación, el bajo crecimiento y el fuerte endeudamiento que afectan al empleo y a las empresas.