El representante de la Unión de Vinateros, en Madero dijo que las autoridades no quieren atacar el problema del clandestinaje. (EL SIGLO DE TORREÓN)
"Sabemos dónde venden o quien vende y las autoridades también lo saben, pero no se hace nada al respecto o no quieren entrarle al problema" dijo Filiberto Botello, representante de la Unión de Vinateros de Francisco I. Madero, sobre la venta clandestina de alcohol.
Mencionó que esa problemática les afecta mucho a los negocios establecidos, ya que, pese a las festividades de fin de año, las ventas no han tenido el incremento esperado.
Reiteró que la venta irregular y el que se sigan autorizando más permisos para los establecimientos que ofrecen bebidas embriagantes, les "pega" significativamente a los que por muchos años han sostenidos sus negocios.
"Aquí en Madero o en otros municipios se da mucho eso (clandestinaje) de gente que va y compra a los supermercados cuando hay promociones y luego vienen a revenderlas sin contar con los permisos, sin pagar impuesto, servicios o trabajadores como nosotros y todos sabemos dónde se vende, pero no se hace nada".
Reiteró que, en antaño estas festividades eran las mejores fechas para ellos, porque las personas acostumbraban a divertirse en los bares o cantinas; sin embargo, a la raíz de la pandemia de la COVID-19, eso se terminó y aunque los negocios de otros giros sí se recuperaron, para ellos la afluencia de clientes es baja, pero dijo que, pese a ello siguen sobreviviendo, ya que para la mayoría de los agremiados a la Unión de Vinateros son negocios familiares de muchos años.