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El Banco Mundial tratará de contabilizar el costo económico de los efectos en la salud por la crisis climática, un proyecto que está siendo acogido "con muy buena receptividad" por parte de los ministerios de Salud y Finanzas de varios países, aseguró a EFE el director de Salud del organismo, Juan Pablo Uribe.
"Debemos conocer mucho mejor, y entender mucho mejor, esa interacción entre cambio climático y salud", aseguró Uribe durante una entrevista en la que defendió que este paso es fundamental para anticipar los recursos y las inversiones necesarias para hacer frente a la crisis climática.
El proyecto se encuentra todavía en un punto de preparación: se están realizando estudios de caso en distintos países, reforzando al equipo de Salud dentro del Banco y llevando la idea a las conversaciones con los ministerios.
"Encuentran que este es un tema prioritario, y sobrepuesto también con lo que hemos vivido durante la pandemia", aseguró el exministro de Salud colombiano sobre sus conversaciones con funcionarios.
En este sentido, Uribe explicó que la crisis climática está relacionada con muchos de los frentes que acechan a los sistemas de salud en los países en desarrollo, en particular tras la crisis de COVID-19, como el riesgo de futuras pandemias, la capacidad de prestar servicios básicos o los problemas de salud mental.
El Banco Mundial es uno de los organismos financieros que más dinero dedica a la adaptación climática: el año pasado destinó más de 26.000 millones de dólares a financiar inversiones relacionadas con el cambio climático en países en desarrollo, una cifra que esperan superar este año.