Continúa la preocupación sobre el nivel que alcanzarán los tipos de interés tanto en la eurozona como en EUA. (AP)
Las grandes bolsas europeas han vivido este miércoles otro episodio de pánico con el sector financiero como protagonista, el segundo en esta semana, esta vez por la negativa del principal accionista del banco suizo Credit Suisse a aportar más capital.
Milán ha caído el 4.61 %, Madrid, el 4.37 %; Londres, 3.83 %; París, el 3.58 %; Fráncfort, el 3.27 %; y el índice Euro Stoxx 50, que agrupa a las mayores cotizadas, el 3.46 %. Son los mayores descensos en lo que va de año en todos los casos.
Desde el lunes las caídas ascienden a alrededor del 5 %, aunque en 2023 todavía acumulan ganancias en torno al 6 %, menos Londres, que cae el 1.4 % respecto al inicio de año.
El pasado lunes, las bolsas cayeron por el temor a que la quiebra del banco estadounidense Silicon Valley Bank (SVB) contagiara al sistema financiero, una posibilidad que los analistas ven poco factible, sobre todo en Europa.
No obstante, el nerviosismo se ha instalado entre los inversores y ha bastado la declaración del presidente del Banco Nacional Saudí, Ammar al Kudairy, descartando un incremento de su participación en Credit Suisse para hundir su cotización y la del resto de la banca del Viejo Continente.
Además, continúa la preocupación sobre el nivel que alcanzarán los tipos de interés, tanto en la eurozona como en EUA, a la vista de que la inflación se reduce más despacio de lo previsto y las economías y los mercados laborales siguen fuertes pese a las rápidas y fuertes subidas del último año.
Este miércoles Francia ha revisado al alza (una décima más) el IPC de febrero respecto al dato adelantado hace dos semanas y el indicador de precios al por mayor de Alemania de febrero, si bien ha ralentizado su avance, ha subido el 8.9 % interanual.
Mañana el Banco Central Europeo (BCE) se reúne y los analistas descuentan una subida de 50 puntos básicos, tal como ha señalado en varias ocasiones su presidenta, Christine Lagarde.
Los inversores esperan su comparecencia después de la reunión del Consejo de gobierno para conocer la opinión de la entidad sobre el futuro de la política monetaria y sobre el sistema financiero de la eurozona tras los últimos acontecimientos.
Al igual que el lunes, la oleada de ventas en las bolsas ha disparado la demanda de deuda soberana en el mercado secundario y ha hundido la rentabilidad de los bonos de los países de la eurozona más de dos décimas.
El interés del bono alemán a diez años, considerado el más seguro, ha perdido 29 puntos básicos y ha terminado en el 2.118 %, el más bajo desde principios de febrero.
Las caídas han sido abultadas también en el resto de países del euro, por lo que las primas de riesgo, aunque han aumentado, no se han disparado.
El oro, valor refugio clásico, ha continuado al alza (ha subido más de mil dólares desde el miércoles pasado) y poco antes de cerrar las bolsas en Europa avanzaba el 1.5 %, hasta 1,934 dólares la onza.
El euro perdía el 1.8 % y se cambiaba a 1.0539 dólares y el petróleo Brent se hundía el 6.4 % y cotizaba en 72,4 dólares, su nivel más bajo desde diciembre de 2021, poco después de confirmarse la aparición de la variante ómicron del coronavirus.
Esta semana la OPEP señalaba en su último informe mensual que en febrero aumentó su producción de crudo, pese a su compromiso de recortarlo; y hoy la Agencia Internacional de la Energía (AIE) señalaba en otro informe que en la primera mitad de este año la oferta de crudo va a superar con holgura la demanda.