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Brasil está trabajando para expandirse a nuevos mercados para sus cafés especiales, como Oriente Medio y el este de Asia, para compensar la caída de las exportaciones de sus mejores granos.
La exportación de cafés diferenciados brasileños ha caído un 14.9 % desde 2019, según datos del consejo de exportadores de café de Brasil (Cecafé).
Las ventas a los mercados tradicionales aún sienten las consecuencias del confinamiento, cuando muchas cafeterías cerraron, reduciendo "el consumo de cafés diferenciados, que aún se realiza principalmente fuera del hogar", tal y como explica Paulo André Kawasaki, portavoz de Cecafé.
Brasil produce cada año 8 millones de sacos de cafés especiales, según la Asociación de Cafés de Especialidad de Brasil (BSCA por sus siglas en inglés) y exporta un 80 % de las mismas.
La media de precio de un saco de café diferenciado, una categoría que comprende los cafés de especialidad junto con otros que poseen algún certificado de sostenibilidad, es de 1,140 reales (233 dólares), valor que supera en 187 reales (38 dólares) al café normal.