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La Casa del Maíz resguarda 45 variedades de semillas nativas y promueve la conservación de este grano en medio de la lucha de México contra el maíz transgénico y amarillo, en particular proveniente de Estados Unidos.
Ezequiel Cárdenas es fundador de este proyecto, que en dos décadas ha reunido variantes de maíz del centro, sur y occidente de México para conservar las semillas, adaptarlas, y protegerlas ante las modificaciones genéticas. El experto contó también enseña a los agricultores a reproducirlas para que no dependan de otras empresas.
"Tratamos de concientizar a los productores, decirles: si tú tienes semilla que no esté modificada genéticamente, puedes de ahí generar tu propia semilla, te vuelves autónomo. Les damos capacitación para que también hagan sus compostas, biofertilizantes insecticidas, (un) trabajo que la agroindustria nos está quitando", indicó.
Hasta ahora, ha reproducido al menos 25 variedades distintas que se han adaptado al clima y la tierra de Jalisco para asegurar su conservación.
Una de ellas es el teocintle, el antecedente silvestre del maíz que las civilizaciones prehispánicas domesticaron y dio origen a otros tipos del grano.