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Se ha corregido en prácticamente toda la zona rural el desabasto de agua, pues actualmente solo se entrega mediante pipas a ocho ejidos, aseguró el gerente del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas) de San Pedro, Lorenzo Dorantes Dávila.
Recordó que cuando llegó al organismo se tenían graves problemas por el desabasto del líquido, por lo que se implementó el programa emergente de abastecimiento mediante camiones cisterna, pero poco a poco se han realizado algunos proyectos de mejoramiento de pozos y equipos de rebombeo, así como la reactivación de los pozos ejidales.
“A partir del año pasado que se inició el programa de pipas, en donde tenemos el desabasto y se da por que no llega el agua con tubería, por que está bien dañada y prácticamente no hemos tenido problemas. Ahorita son ocho ejidos a los que hay que llevarles agua; está todo cubierto”
Dijo que entre esos ejidos que se les abastece mediante los camiones cisterna, se encuentra Rincón de García, el cual se encuentra enclavado en la sierra, a unos 160 kilómetros de la cabecera municipal y se entrega cada tercer día.
“En esa comunidad durante todo este tiempo habían subsistido con el agua de la lluvia, la cual almacenan en un tanque y de ahí bebían y le daban a sus caballos o a las vacas. Así de grave estaban y así han estado yo creo desde que se fundó el ejido, incluso ellos no tienen energía eléctrica, no hay nada, viven en plena sierra”.
Hace unos días el alcalde David Ruíz declaró que, ante el grave problema de desabasto del vítal líquido se tenía, el año pasado le costaba al municipio, un promedio de 200 mil pesos al día la distribución de agua mediante pipas, pues se disponía de 10 camiones cisternas en la temporada de calor para abastecer las comunidades y este año se estima disminuir el gasto en un 40 a 50 por ciento con las plantas purificadoras de agua que están por entregarse, lo que permitirá ir saneando paulatinamente las finanzas del Simas.
El edil recordó que, el año pasado se instalaron cinco plantas que limpian el líquido a través de electrocoagulación en norias ejidales, aunque solo deben utilizarse para uso doméstico; representa algo significativo para los habitantes de esas comunidades ya que históricamente han padecido el desabasto del agua potable y este año van por otras cinco plantas.
