Especial
Existen algunos misterios que rodean a la serie más exitosa de Chespirito, El Chavo del 8. Uno de ellos es el nombre o denominación de este producto televisivo que tuvo su auge durante la década de los años 70 y 80, pero que siguió transmitiéndose por distintas señales del mundo a partir de los 90.
Roberto Gómez Bolaños y sus segmentos humorísticos no siempre fueron transmitidos por Televisa. El sitio de inicio de la serie cuya trama se desarrollaba en "la vecindad" fue la emisora Televisión Independiente de México (TIM), más conocida como Canal 8, ya que era el que le otorgaba su frecuencia.
Luego con la fusión de TIM y la emisora Telesistema Mexicano, nació en 1973 la Televisión Vía Satélite: más conocida como Televisa. Fue allí donde se mantuvo al aire Chespirito con sus sketches y El Chavo del 8. Supuestamente, los capítulos se adaptaron a este cambio y el niño protagonista debía su nombre porque vivía en el departamento número 8 de la vecindad.
Según reveló Roberto Gómez Bolaños en 1995, en el libro El diario del Chavo del Ocho, el niño escapó de un orfanato donde lo maltrataban y al huir se encontró con una anciana que lo llevó a su casa. Al día siguiente, la mujer murió y quedó solo nuevamente. Sin embargo, existe una teoría conspirativa que afirma que el número 8 fue designado por otro motivo.
La maldición del set de grabación, supone un pacto con el diablo por parte de Chespirito, en el que el número 8 se trataría del símbolo del infinito al revés, es decir, colocado en forma vertical. De esta manera, el productor se aseguró el éxito de la serie de televisión y la veneración estuvo presente durante todos los episodios.