Las reformas se avalaron en fast track y sin debate. (TWITTER)
En una jornada inédita, con visita de cortesía previa a Palacio Nacional para la foto del presidente con las cuatro "corcholatas", el Senado conformado por Morena y sus aliados aprobó una cascada de reformas con un récord de una cada 10 minutos.
Con una Xóchitl Gálvez que permaneció encadenada al viejo escritorio de la Mesa Directiva de Xicoténcatl, los oficialistas emularon y mejoraron la añeja práctica priista del fast track y la aplanadora legislativa.
En el patio de la Vieja Casona de Xicoténcatl, el presidente del Senado, Alejandro Armenta, encerró a los suyos a piedra y lodo, sin acceso a periodistas, para darse gusto cantando las votaciones a favor de las reformas ordenadas desde Palacio Nacional.
Al filo de las 22:00 horas del viernes, Armenta abrió los trabajos contra reloj y la secretaria de la mesa directiva, Verónica Camino, leía de manera apresurada, sin debate y con la dispensa de trámites, los dictámenes a votar.
La Ley 3 de 3 fue la primera, siguió la reforma presidencial que autoriza que una paraestatal controlada por la Sedena pueda administrar aeropuertos y aerolíneas a la vez.
La cascada sólo se interrumpió en los primeros minutos de este sábado cuando le cantaron las mañanitas y lanzaron porras a la senadora Citlalli Hernández, en lo que ya era un jolgorio legislativo.
Vendría la reforma a la Ley Minera, la desaparición del Insabi y la aclaración de la senadora Margarita Valdés de que "no nos equivocamos" sino simplemente se mejoró el sistema que prometió el presidente que será como Dinamarca.
La reducción de la edad mínima para ser diputado y secretario de Estado también, y se avalaron 15 años de cárcel para quien trafique con fentanilo.
Como si salieran del concierto de Rosalía en el Zócalo, a unos 300 metros de Xicoténcatl, los senadores de Morena y sus aliados se fueron festejando la cascada de reformas presidenciales aprobadas en tiempo récord.