La doctora Consuelo Sáizar de la Fuente visitó las instalaciones de El Siglo de Torreón. Ante un público nutrido por gestores culturales, artistas visuales, artistas escénicos escritores, músicos, historiadores, entre otros actores del gremio local, se impartió la conferencia titulada Modelos de política cultural.
En punto de las 19:30 horas, tras la presentación del evento y la lectura de una semblanza sobre la ponente, quien fungiera como directora en la última edición de la Feria Internacional del Libro de Monterrey, se dijo emocionada de estar dentro de un periódico, pues el entorno es similar a la imprenta de su familia, en la comunidad de Acaponeta, Nayarit, donde vivió su infancia.
"Yo también crecí en medio de los sonidos de la imprenta. Esa imprenta de mi familia era muchísimo más precaria y mucho menos sofisticada que esta. Todavía se hacía el periódico y toda la papelería con tipos móviles. Yo limpiaba los ojos de la tipografía y ahí, mi abuelito me daba mis domingos cuando yo limpiaba mis ojitos".
Torreón, añadió, es una ciudad que le conmueve por su esfuerzo y atardeceres, que este viaje le ha hecho descubrir otra razón poética de su emoción: el haber leído una carta de Elena Poniatowska dirigida a doña Olga de Juambelz, donde la escritora describe a los cerros de la urbe como "montañas de mármol".
Raíces de modelos
La conferencia comenzó abordando la estructura de un proyecto cultural. Una cita de José Vasconcelos apareció en las diapositivas: "La cultura engendra progreso y, sin ella, no cabe exigir de los pueblos ninguna conducta moral". Se trata de un campo donde se debe percibir a la cultura como epicentro, el pasado como experiencia, el presente como exigencia y el futuro como compromiso.
Indicó que México es uno de los pocos países en el mundo que ha sido fundado con una premisa cultural. Compartió que, mientras realizaba su tesis doctoral en la Universidad de Cambridge, visitó una biblioteca en Ginebra, Suiza. Allí se encontró con el Códice Texteriano, manuscrito náhuatl hecho a finales del siglo XVI.
"¿Saben lo que es esto? Es el catecismo. Así enseñaban a los indígenas y a los habitantes previos a la Conquista, a rezar el padre nuestro".
Enfatizó en el poder de la imagen y del arte durante la catequización en este periodo de la historia. Datos extras sobre la época es que en 1551 se fundó la Real y Pontificia Universidad de México, y en 1555 se llevó a cabo el I Concilio Mexicano.
Más adelante, Agustín de Iturbide trajo la Compañía Lacasteriana al país, la cual consistía en enseñar a diez alumnos para que estos a su vez enseñaran a otros diez y así, sucesivamente. "Las asignaturas que se enseñaban era escritura, lectura, escritura, aritmética y, por supuesto, doctrina cristiana".
Consuelo Sáizar también narró cómo Benito Juárez envió a Gabino Barrera a París, para que observara el desenvolvimiento cultural y le encarga crear la Escuela Nacional Preparatoria, para aquellos jóvenes que habían terminado la secundaria. Es el momento en que se gesta una importante influencia francesa en México.
El recorrido histórico siguió tocando proyectos culturales del siglo XIX, para luego adentrarse el siglo XX. Resaltó que, en 1910, al momento de estallar la Revolución Mexicana, el 72.3 de la población nacional no sabía leer ni escribir. Mientras que en 2010, el 6.9 de la población era analfabeta.
"Si comparamos de 1910 a 2010. En, 1910 teníamos 15 millones de habitantes en el país. Y en el 2010, teníamos 117 millones. Pero en 1910, de esos 15 millones, el 72.3 del país no sabía leer ni escribir. Éramos un país por construir. En 2010, sólo el 6.9. La verdad es que la hazaña educativa que hizo este país, nos debe hacer sentir muy orgullosos".
Sobre esta evolución, acudió al trabajo que José Vasconcelos realizó en 1921 para crear la Secretaría de Educación Pública con un proyecto de tres ejes, en los que por primera vez se habló de una política pública y cultural.
Esto detonó una serie de fundación de instituciones que hoy forman parte del mapa cultural del país: el Fondo de Cultura Económica, en 1934; el Instituto Nacional de Antropología e Historia, en 1939; y el Instituto Nacional de Bellas Artes, en 1946.
Entre otros aspectos, enfatizó en la creación de la Ley de Acceso a Bienes Culturales en 2009, donde se infiere que todos los mexicanos tienen derecho a acceder a los bienes culturales. "Yo enuncio que los artistas y los creadores tienen el derecho a vivir de sus pasiones y de sus talentos".
Expresó de que está absolutamente convencida de que el Estado debe crear la infraestructura cultural, promover a nivel nacional e internacional y estimular los premios y becas para los creadores.
Sobre Coahuila, destacó el papel de agrupaciones como la Orquesta Filarmónica del Desierto y la Camerata de Coahuila, así como museos, escritores, y otras instituciones culturales.
"Ustedes son orgullosos coahuilenses. Yo soy una humilde admiradora de su inmenso estado".
La doctora Consuelo Sáizar de la Fuente impartió una interesante plática ante el público lagunero (EL SIGLO DE TORREÓN/VAYRON INFANTE)